Niños: ¿Cómo la obesidad daña la autoestima?


En la actualidad, el desequilibrio en la alimentación y la escasa o nula actividad física se traduce en un número cada vez mayor de niños con sobrepeso u obesidad. Este problema generalmente trasciende lo netamente físico, ya que las burlas y bromas del resto de los pequeños hacen que el menor con exceso de peso se sienta inferior.

La autoestima es importante porque es la manera en que cada persona se percibe y valora, y en los niños moldea su personalidad para el futuro.

Cuando los pequeños se sienten seguros de sí mismos son más sanos, están más motivados para aprender y toleran mejor la frustración. El nivel de autoestima que el menor desarrolle será determinante para que se desenvuelva en el aspecto afectivo, social, escolar y profesional.

El rasgo de inseguridad más común en una persona se da por su apariencia. La psicóloga infantil de Clínica Alemana Marie-Lizzy Zippelius Sims, explica que en el caso de los niños que son obesos esto ocurre porque no están en las mismas condiciones físicas, no son ágiles como el resto, además no pertenecen a los cánones de belleza impuestos por la sociedad.

Existen características típicas para identificar que un niño tenga baja autoestima. Generalmente, están en un permanente estado de insatisfacción consigo mismos, son hipersensibles a la crítica por la que se sienten atacados o heridos; culpan de sus fracasos a los demás o a la situación; son indecisos porque tienen miedo a equivocarse; tienen un deseo innecesario por complacer, y son perfeccionistas e irritables. Por último, no demuestran interés por la vida.
«La familia cumple un rol fundamental en la autoestima del niño, ya que es el pilar responsable de que se sienta seguro de sí mismo», sostiene la especialista.

Lo importante es que pese al daño psicológico que esto puede causar, tiene solución. La psicóloga recomienda «primero reconocer el problema y consultar a un especialista para tratar la obesidad y, junto con esto, empezar una terapia para sanar la autoestima».

El niño tiene que aprender las virtudes que tiene y reconstruir la apreciación de sí mismo. Debe realizar sus elecciones y acciones con responsabilidad y sin temor, tener confianza en poder resolver cualquier situación, intercambiar opiniones sin miedo a que no sean correctas, reconocerse como una persona valiosa y capaz, y estar dispuesto a cambiar los aspectos negativos.

Califica este Artículo
3 / 5 (1 votos)

Categoría: Psicología y Psiquiatría.




Deja una respuesta