Control del dolor en los recién nacidos


Con frecuencia, el control del dolor en los niños es inadecuado. La correlación entre la percepción del dolor por parte del niño es muy diferente a la de su enfermera. La respuesta al dolor varía notablemente de un paciente a otro. Un estudio reciente mostró que la intensidad del dolor es proporcional al porcentaje de superficie corporal quemada.
Se puede controlar el dolor por medios farmacológicos y no farmacológicos. Se ha encontrado que la hipnosis, acupuntura y unidades de estimuladores nerviosos eléctricos transcutáneos tienen efectividad variable. Un abordaje no farmacológico adjunto para el control del dolor ha tenido éxito en niños. Los componentes clave de este método incluyen los siguientes:
1. Antes del cambio del vendaje de la quemadura se le informa al niño lo que debe esperar y luego se le mantiene informado al progresar el cambio de vendaje.
2. Se enfatiza la necesidad de ayudar al niño en el cambio del vendaje.
3. Las opciones ofrecidas al niño son apropiadas y razonables.
4. La enfermera conserva el control mediante el establecimiento de límites de tiempo razonables para la ayuda del paciente en estos procedimientos.
5. La atención del individuo se enfoca en el procedimiento, estimulándolo para que observe, ayude y vea el área quemada que se trata.
6. Se elogia al niño por su ayuda.
7. Se incrementa más la anticipación informándole al sujeto cuándo debe esperar el siguiente cambio del vendaje.
8. Lo más importante: nunca se obliga a un niño de cualquier edad a hacer algo que claramente no desea hacer o no está listo para realizar.
Se deben suministrar narcóticos en forma irrestricta para los procedimientos dolorosos y la exacerbación del dolor de fondo. Los niños prefieren la administración oral a la via intramuscular. Para el uso intravenoso, la nalbufina es efectiva y causa poca depresión respiratoria. Si se presenta tolerancia a la nalbufina, se puede administrar morfina sin una reacción de abstinencia. El roxanol es una forma oral efectiva de la morfina. Si se requiere un narcótico de acción más prolongada para el dolor de fondo, la metadona es la opción. La meperidina, aunque es un narcótico de acción breve, puede tener efectos tóxicos graves si se administra a largo plazo debido a sus metabolitos. El fentanilo es un analgésico narcótico extremadamente efectivo que se debe reservar para los episodios de dolor intenso. El desarrollo rápido de tolerancia a este último y su alto costo pueden limitar su uso. La forma oral de la ketamina se describió hace poco tiempo y se descubrió que es segura y efectiva. Los niños refieren un dolor 400% menor y una sedación mucho mejor.128 El óxido nitroso, la analgesia controlada por el paciente y la analgesia epidural son otras alternativas. Pronto estarán disponibles nuevos fármacos para aplicación transdérmica y transmucosa.

Califica este Artículo
0 / 5 (0 votos)

Categoría: Pediatría.




Deja una respuesta