Prevención de quemaduras en recién nacidos
El tratamiento más efectivo de las quemaduras es, con mucho, la prevención. En 1985, 47% de las muer tes por quemaduras ocurrió en niños menores de cuatro años de edad. De estas muertes, tres cuartas partes pudieron evitarse con el uso de rociadores residenciales, detectores de humo, cigarrillos contra incendios y encendedores a prueba de niños. Los cigarrillos a prueba de incendios podrÃan prevenir numerosas muertes pediátricas. Los detectores de humo podrÃan reducir las muertes por incendios a casi la mitad. Cerca del 24% de las lesiones por escaldadura que requieren admisión hospitalaria es resultado del agua caliente de la llave. Estas lesiones podrÃan prevenirse mediante dispositivos antiescaldadura, asà como regulando la tem-peratura del agua en el calentador de agua. La efectividad de la educación pública quedó bien demostrada en Dinamarca donde, durante los últimos 17 años, las lesiones por escaldadura han disminuido 50%. Las quemaduras con grasa caliente constituyen un porcentaje mucho menor de las quemaduras pediátricas, pero una proporción mucho más alta de quemaduras graves que requieren injerto. Las secadoras de pelo son otra causa de quemaduras graves. El aire que sale de ella alcanza temperaturas de 110°C.
Los programas de prevención se deben enfocar en las áreas de alto riesgo. Los censos muestran una correlación importante entre los factores de pobreza, cambios de domicilio frecuentes, niños pequeños, padres solteros, niños discapacitados, unidades habitacionales viejas, con una mayor incidencia de lesiones por quemaduras. Las lesiones eléctricas en personas jóvenes menores de 20 años de edad se podrÃan evitar en buena medida a través de la educación y las precauciones apropiadas.
Una parte vital de la responsabilidad del equipo de atención a pacientes con quemaduras es la participación en la educación pública y los esfuerzos legislativos para prevenir las lesiones por quemaduras.
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Categoría: PediatrÃa.
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