Cuando lo que comemos nos enferma


Lamentablemente en nuestros países ha habido una suerte de cambios en los procesos de producción y abaratamiento de ingredientes, reemplazo de cosas naturales por artificiales, desde sabores hasta fruta que sólo tiene el sabor a fruta. A veces nos vemos obligados a ahorrar en los alimentos que compramos para poder tener más accesibilidad a otros servicios. Ahora resulta que lo orgánico es un poco más caro porque lo barato es lo industrializado, y mientras más industrializado sea lo que consumo, más lejos de lo natural (su punto de partida) estará.

Muchos alimentos explotan el concepto de la importancia de la energía, lo cual en palabras sencillas significa contenido calórico, que no debe ser uno de los parámetros por los cuales debo hacer mi decisión de compra.

El proceso de industrialización en algunos casos ha obligado a utilizar componentes poco saludables como es el caso de las grasas hidrogenadas (parcialmente o totalmente hidrogenadas), también las podemos encontrar listadas como manteca vegetal. Estas grasas son ricas en grasas trans, las cuales en estudios se ha visto que bajan el colesterol bueno, y suben el colesterol malo.

Hay muchos alimentos que no tienen regulación. Por ejemplo debería haber una ley en práctica que determine la cantidad máxima de azúcar en un producto, la cantidad máxima de grasas saturadas, de grasas trans, la cantidad mínima de fibra, etc. Sin embargo no se cumple.

Vivimos en una sociedad a merced de productos con una alta cantidad de grasas saturadas y trans, como la comida chatarra, y sin embargo, no está regulado.
Cuando haga sus compras, no se guie necesariamente por la publicidad, lea las etiquetas, los ingredientes, compare calidad versus precio. Compare la cantidad de grasas y calorías, vea si el producto es un alimento o sencillamente un producto que aporta solo sabor y calorías vacias.

Saber gastar el dinero en alimentos que valgan la pena es una tarea constante. Recuerde que somos lo que comemos, vivimos en un mundo de la sobre oferta y con epidemias de salud crecientes como el sobrepeso y la obesidad y que somos un mundo cuya población adulta está envejeciendo, en el futuro llegaremos a ser una gran cantidad de personas de la tercera edad, en un porcentaje mucho mayor que en el presente. Si no nos cuidamos desde hoy, se imagina en el futuro los servicios de salud, los costos de las polizas y primas de seguros?, el costo de los medicamentos?.

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Categoría: Nutrición y Dietética.




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