Depresión, ansiedad y dolor fÃsico
El 78% de las personas que sufren estos trastornos psicológicos también desarrollan sÃntomas orgánicos
La depresión y la ansiedad son trastornos psicológicos relacionados con el dolor fÃsico. Un estudio reciente elaborado en centros de atención primaria de España revela que el 90% de los pacientes estudiados que padecÃan estos tres trastornos a la vez, o ansiedad y dolor fÃsico, habÃan acudido a la consulta de su médico, por lo menos, una vez en los últimos tres meses. No obstante, los facultativos sólo asociaron los sÃntomas psÃquicos con el dolor en menos del 40% de los casos. El sufrimiento que generan los trastornos mentales no sólo es psicológico, sino que el organismo también sufre.
El informe, realizado por médicos españoles y publicado en el ‘Journal of Affective Disorders’, asevera que los sÃntomas de dolor fÃsico pueden enmascarar la depresión, que pasa desapercibida para los médicos de atención primaria. Uno de los autores del citado estudio, Luis Caballero, del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, señala que el dolor y otros sÃntomas somáticos (corporales) funcionales son muy frecuentes, tanto en la depresión mayor como en el trastorno de ansiedad generalizada.
Diversos estudios disponibles demuestran que cuando coinciden ambos diagnósticos en un paciente, la frecuencia de estos sÃntomas supera el 90% de los casos. En la investigación, pionera en este campo en España, los resultados señalan que el 13% de los pacientes sufrÃa ansiedad generalizada, mientas que más de la mitad, además, padecÃa un trastorno depresivo mayor. En la investigación han participado más de 80 médicos de atención primaria y 7.152 pacientes, que acudieron al médico de cabecera por cualquier motivo.
Depresión y ansiedad
Algunos de los sÃntomas somáticos más frecuentes en la depresión son la anorexia, los problemas para dormir, la astenia y las disfunciones sexuales
La depresión es el trastorno psicológico más frecuente. Se estima que en España sufren esta enfermedad entre cuatro y seis millones de personas. En todo el mundo, se diagnostica a cerca de 340 millones. Se prevé que será la segunda patologÃa más frecuente en el año 2020.
La ansiedad es un trastorno que todas las personas experimentan, al menos de forma puntual, en algún momento de su vida. Es un estado emocional desagradable que se acompaña de cambios fisiológicos, como aumento del ritmo cardiaco o de sudoración, y que no siempre tiene una causa clara.
El trastorno de ansiedad generalizada es una ansiedad excesiva para los problemas que sufre la persona. Se vive de forma casi diaria y se prolonga, como mÃnimo, durante seis meses. Afecta de manera importante en muchos ámbitos de la vida, ya que la persona la siente con una intensidad que apenas puede controlar. Para diagnosticarla es necesario que se den tres o más de los siguientes sÃntomas: problemas de concentración, irritabilidad, inquietud, tensión muscular, cansancio sin motivo aparente y problemas para dormir. Se calcula que la padecen entre el 3% y el 5% de los ciudadanos. Por sexos, el doble de mujeres que de hombres.
El dolor frena la recuperación
El 78% de las personas que sufren ansiedad y depresión sienten dolor fÃsico o algún otro sÃntoma somático funcional. En cambio, el 59% de las personas que padecen ansiedad sufren dolor fÃsico. Los sÃntomas somáticos son frecuentes en los trastornos psicológicos. Son un conjunto de sensaciones orgánicas, como el dolor, que tienen una causa psicológica. En un caso de depresión, aparte del dolor, algunos de los más frecuentes son la anorexia, la pérdida de peso, los problemas para dormir, los trastornos digestivos, la astenia y las disfunciones sexuales. En la ansiedad, son habituales las palpitaciones, la sudoración excesiva y las taquicardias (incremento del ritmo cardiaco).
Una investigación del Centro Epidemiológico de EE.UU. señala que los sÃntomas dolorosos asociados a la depresión se desarrollan con más frecuencia en mujeres que en hombres. Para Caballero, los sÃntomas dolorosos, incluso bien identificados como parte del sÃndrome depresivo, limitan la recuperación de un episodio depresivo y son responsables de que, en muchos casos, el tratamiento no consiga la remisión completa de la enfermedad, un objetivo obvio del tratamiento antidepresivo. Un resultado óptimo implica también la remisión completa y precoz de estos sÃntomas».
El dolor que se asocia con la depresión o la ansiedad supone más sufrimiento para el paciente, pero afecta al ámbito laboral, familiar y social: los sÃntomas dolorosos repercuten de forma negativa en la calidad de vida general de las personas. Como demuestra el citado estudio, cuando se dan a la vez depresión, ansiedad y dolor fÃsico, la productividad laboral de los afectados se reduce en 1,5 dÃas por semana.
LA DEPRESIÓN Y LOS CIRCUITOS DEL DOLOR
En 2008, investigadores de la Universidad de California, en San Diego (EE.UU.), demostraron que la alteración de la percepción del dolor propia de los pacientes depresivos tiene una base neurológica. Seleccionaron a varias personas y las repartieron en dos grupos, según sufrieran depresión o no. En este trabajo se querÃa analizar la actividad cerebral antes y durante la aplicación de un estÃmulo doloroso y de otro no doloroso.
El estÃmulo doloroso consistÃa en la aplicación de 46,9ºC en el brazo, mientras que la temperatura del estÃmulo no doloroso era de 38,9ºC. Los participantes sabÃan si el estÃmulo iba a ser doloroso o no, ya que antes de recibirlo se iluminaba una luz roja (dolor) o verde (neutro). Todos los participantes coincidieron en puntuar de forma similar el dolor que habÃan sentido. Pero en determinadas zonas del cerebro de las personas depresivas se originaba una actividad muy elevada. Según los investigadores, las personas depresivas están en estado de alerta ante hechos negativos y su percepción de las sensaciones corporales está alterada.
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Categoría: PsicologÃa y PsiquiatrÃa.
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