Dolores de espalda
Seguro que en algún momento de su vida ha sentido un chasquido en su espalda que le ha dejado roto/a. No es por consolarle, pero no es usted el único/ la única; 80 de cada 100 personas padecen o han padecido este tipo de trastornos. Es una dolencia muy común que no entiende ni de edades ni de sexo. Tanto a hombres como a mujeres, jóvenes o mayores, les ha pasado alguna vez factura. La clave está en mantener un tono muscular adecuado y prevenir las malas posturas. Sepa como combatir o evitar esta dolencia cada vez más extendida en nuestra sociedad.
Cuidar la columna vertebral
Los dolores de espalda, además de una enfermedad, se han convertido en un auténtico problema social. Millones de personas en todo el mundo tienen trastornos derivados del funcionamiento de la columna vertebral. Ésta no sólo sostiene el peso del cuerpo, sino que protege todo el sistema nervioso central. «Su principal función es el sostén, pero con un elevado grado de flexibilidad para ajustarse al movimiento» explica el especialista de la Escuela de Salud de Sanitas, Ignacio Ferrando.
Haga lo que haga, su espalda sustenta todas y cada una de las posturas que adopte a lo largo del dÃa, buenas o malas; de ahà que los problemas en esta zona del cuerpo humano sean tan comunes. Es esencial para caminar, sentarse, pararse y correr, y, por ello, se hace imprescindible cuidarla.
«Una espalda en buenas condiciones es un atributo de salud», afirma el doctor Ferrando. Precisamente, la falta de atención y de cuidados personales es la que, en la mayorÃa de las ocasiones, provoca lesiones, que «en la mayorÃa de los casos no tienen una causa grave».
Los motivos son muchos y las consecuencias, a veces, insufribles. Los primeros están ligados a malos hábitos en nuestra vida cotidiana: cargar cosas pesadas, sentarse en mala posición, permanecer excesivo tiempo de pie, dormir boca abajo, el estrés, la debilidad muscular… Y se pueden producir en tareas tan habituales como hacer las camas, llevar la bolsa de la compra, coser, etc. Por eso es tan importante llevar «un estilo de vida equilibrado y activo».
Educación postural
Para la responsable de la Unidad del Dolor del Hospital de Cruces (Bilbao), MarÃa Jesús Berro, «existe una mala educación postural en nuestra población». A ello hay que añadir la vida que llevamos: «con sobrecargas en la espalda que provocan degeneraciones de columna, que producen dolor; no tienen solución quirúrgica y lo que queda es sacar el dolor como tal», añade la doctora.
La edad de la población también juega un papel significativo. «Vivimos cada vez más años. Nuestros huesos se van deteriorando y ello termina produciendo procesos de artrosis que producen el dolor», explica Berro.
En la mayorÃa de las ocasiones, no nos damos cuenta de la importancia que tiene para nuestra columna vertebral adoptar una posición adecuada. Porque una postura incorrecta, mantenida durante tiempo, podrÃa producir lesiones acumulativas en la espalda. Dependiendo de cómo adapte su cuerpo al sentarse, al pararse, al dormir, al conducir, a la hora de levantar algo pesado… asà se sentirá luego.
Evitar es más fácil que curar
La mejor medicina es la prevención. Evitar una lesión es mucho más fácil que reparar una y, por supuesto, menos costoso. Esta afección supone gastos billonarios para los servicios de salud. Se calcula que en España, más de 20 millones de euros se destinan a intentar paliar esta dolencia.
Desgraciadamente, los fármacos no siempre se muestran efectivos. Los analgésicos, los anti-inflamatorios, no ofrecen las mismas soluciones para todos. Cada paciente es distinto y necesita un tratamiento diferente. Las opciones médicas para hacer frente al dolor son muchas (vÃa oral, técnicas de bloqueo, la neuromodulación…) y dependen de la fase del proceso en el que se encuentre el enfermo
Por todo ello, y debido al alto coste sanitario, algunos paÃses, entre ellos España, han creado lo que se denominan Escuelas de la Espalda. El objetivo de estos centros es ofrecer información sobre nuestra anatomÃa, asociándola a un programa de ejercicios. Estos últimos ayudan al enfermo a volver rápidamente a su actividad normal, prevenir futuros episodios y evitar nuevas lesiones. Para realizar este trabajo, un equipo de profesionales, formado por reumatólogos, traumatólogos, psicólogos y especialistas en el dolor se reúnen para valorar y tratar conjuntamente al individuo.
Remedios sencillos
La solución o la forma de prevenir esta enfermedad tan común tiene remedios sencillos:
- Hacer ejercicios fÃsicos: ayudan a fortalecer la espina dorsal y a reducir la tensión. El tener una espalda y músculos abdominales fuertes es muy importante para facilitar el trabajo al que se expone la espalda cada dÃa. Las personas con mejor condición fÃsica tienen menos episodios de dolor. Estos ejercicios deben ser indicados por su médico y supervisados por personal especializado.
- Perder peso: Adelgazar puede reducir esfuerzo y dolor, pero conviene consultar con un médico el plan de dieta más adecuado para usted.
- Mantener una buena postura: Es fundamental para tener una columna vertebral sana. En este sentido, existen una serie de recomendaciones que pueden evitar serios disgustos:
- Colocarse erguido en la silla. Hay que sentarse derecho, manteniendo la parte inferior de la espalda pegada al respaldo de la silla, con los pies fijos en el suelo (sin cruzar las piernas) y las rodillas un poco más altas que las caderas. A la hora de pararse, hágalo con la cabeza en alto y con los hombros hacia atrás.
- Dormir de lado, nunca boca arriba o boca abajo y con una almohada adecuada. Si el colchón es demasiado blando corre el riesgo de torcerse la espalda; en tal caso, colocar madera entre la base de la cama y el colchón para tener un buen apoyo de la columna.
- Conducir con la espalda pegada al asiento. Procurar acercarse al volante para que las rodillas estén dobladas y un poco más altas que las caderas.
- Planificar antes de levantar objetos pesados. Esta acción es tan habitual que se convierte en una tarea a la que no prestamos atención. Mucha gente levanta la carga incorrectamente y realiza un esfuerzo innecesario en la espalda y los músculos que la rodean. Para evitar tensiones, hay que planificar antes de hacer ningún esfuerzo innecesario. Hágase preguntas del tipo: ¿Es un bulto muy pesado?; ¿Necesitaré ayuda? ¿Hay mucha distancia hasta dónde tengo que dejarlo?
- Frente a la carga, doblar las rodillas, no la espalda. Una vez agachado, usar ambas manos, agarrar con firmeza y arrimar el objeto al cuerpo lo más que se pueda. A la hora de levantarse, hágalo con las piernas, no con la columna. Una vez arriba, asegurarse de que la carga no está bloqueando el campo de visión al comenzar a andar. Cuando llegue a su destino, invierta el procedimiento. Agáchese abriendo las piernas y doblando las rodillas y coloque la carga frente a usted. Siguiendo estas pautas se evitarán dolores innecesarios en los músculos de la espalda y el abdomen.
- Buscar ayuda, si es necesario. No hacer esfuerzos innecesarios. Si la carga resulta demasiado pesada para levantarla o trasladarla, solicite auxilio. Si no encontramos a nadie, hay que intentar dividir la carga para repartir el peso. Buscar siempre soluciones sencillas para que el movimiento resulte más fácil. La espalda lo agradecerá.
Incapacidad laboral
Prestar a nuestra anatomÃa la debida atención es sinónimo de calidad de vida. Pero no sólo hay que cuidarse en las labores cotidianas, también conviene hacerlo en el trabajo. El dolor lumbar es el primero en la clasificación de patologÃas dolorosas del adulto y también se sitúa a la cabeza entre las causas de baja laboral. Esta enfermedad afecta a todas las profesiones, desde los que trabajan frente a un ordenador muchas horas al dÃa (periodistas, administrativos, diseñadores gráficos, etc.) hasta las amas de casa, que siempre están cargando objetos y realizando continuos esfuerzos con su espalda.
Y es que el 20 por ciento de las consultas médicas en el último año correspondieron a daños derivados del trabajo. En este apartado, los dolores de espalda ocupan un lugar preferente. Según la IV Encuesta sobre las Condiciones de Trabajo en España, realizada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el 20,4 por ciento de las consultas médicas relacionadas con problemas de salud derivados del trabajo se refirieron a esta dolencia.
El informe realizado sobre una muestra de 3.000 empresas y otros tantos trabajadores de toda España, indica que el 25 por ciento de las causas de accidente laboral en los dos últimos años han sido por esfuerzos o posturas forzadas.
El lumbago, el dolor más frecuente
Y precisamente, de todas las molestias que se pueden producir en la espalda es el dolor en la región lumbar, la parte más baja de la espalda, la que más casos de absentismo laboral y de consulta en los servicios de TraumatologÃa genera. «Esto es asÃ, porque puede aparecer tanto en trabajadores manuales, como en amas de casa o estudiantes», afirma el traumatólogo del Departamento de CirugÃa Ortopédica y TraumatologÃa de la ClÃnica Universitaria de Navarra, el doctor MatÃas Alfonso Olmos.
Se calcula que el 80 por ciento de la población padece de lumbago en algún momento de sus vidas y que el cien por cien padece algún tipo de trastorno relacionado con la espalda.
Existen dos tipos: el dolor lumbar agudo, que puede durar entre unas horas y varios dÃas; y el crónico que es aquel que se prolonga más de seis semanas y que requiere tratamiento médico. Este último es el responsable de las bajas producidas en el trabajo. «Provoca una incapacidad total y pacientes con una vida muy limitada», señala MarÃa Jesús Berro.
Lumbalgia es una palabra proveniente del griego y que sólo significa lo que el paciente refiere: dolor lumbar. Las causas de este sÃndrome pueden ser muchas y de origen muy variado; pero en un 90 por ciento de los casos, se produce por alteraciones mecánicas de las estructuras vertebrales.
Se trata de una enfermedad muy frecuente hoy en dÃa en nuestra sociedad. Según el National Center for Health Statistics, (Centro Nacional de EstadÃsticas de Salud de Estados Unidos), los trastornos de la espalda y la columna vertebral son la causa más habitual de limitación de actividad fÃsica en las personas menores de 45 años.
Decálogo para una espalda sana
- Descansar alrededor de 8 horas, en posición fetal, en una cama dura y preferiblemente con un somier con láminas de madera.
- Hacer ejercicio fÃsico. Son útiles las tablas de gimnasia para la espalda y abdominales, y la natación.
- Levantar y cargar objetos con las piernas flexionadas, haciendo fuerza hacia arriba con las piernas y con las abdominales, con la espalda recta. Los objetos pegados al cuerpo.
- Si se camina cargado, repartir equitativamente el peso a ambos lados del cuerpo.
- Usar zapatos cómodos y sin mucho tacón. Caminar erguido y con la cabeza levantada.
- Evitar el sobrepeso y la obesidad, pues incrementan la carga sobre la espalda y debilitan la musculatura.
- Llevar una dieta variada y equilibrada basada en los principios de la moderación y el control.
- Evitar situaciones de tensión y estrés y mantener una actitud vital positiva, optimista y realista.
- Utilizar analgésicos siempre bajo supervisión médica y sólo en fases agudas de dolor, nunca de forma crónica.
- Establecer una relación positiva con el médico.
Nos afecta a todos
Y es que esta dolencia no entiende de edades y afecta, tanto a hombres como a mujeres. La mitad de la población española ha sufrido o sufre de dolores que afectan a su columna vertebral. Todos estamos sujetos a padecerlos en algún momento de nuestras vidas. Jóvenes y mayores.
A diferencia de lo que podamos pensar, nuestra espina dorsal no es un órgano débil; es un tejido muy resistente. Por ello, los efectos no son palpables enseguida, sino que las consecuencias se empiezan a notar a medio o largo plazo. Es por esta razón por lo que es tan importante la prevención. Cuidarse evita disgustos posteriores.
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Categoría: TraumatologÃa.
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