Estrés postraumático en escenarios bélicos
Los malos tratos psicológicos a los prisioneros son considerados por los afectados igual de perjudiciales que los fÃsicos, según cientÃficos británicos
La polémica creada por el trato de los detenidos en la prisión estadounidense de Guantánamo y en Irak y Afganistán ha llevado a los expertos a intentar conocer los efectos de las torturas psicológicas y compararlos con los de la tortura fÃsica. CientÃficos del Reino Unido, que han estudiado los casos de 279 supervivientes torturados durante la guerra de la antigua Yugoslavia, han demostrado que la tortura psicológica tiene los mismos efectos que la fÃsica. Los resultados se han publicado en la revista cientÃfica Archives of General Psychiatry.
Se consideran abusos psicológicos a un prisionero comportamientos como la manipulación psicológica, el trato humillante, la exposición a condiciones ambientales adversas, como el frÃo o el calor, asà como obligarle a mantener posturas en tensión. El sufrimiento mental, manifestado en sensaciones de malestar y de falta de control, es muy semejante en estos cautivos al producido por la tortura fÃsica y da lugar en ambos casos a estrés traumático y a consecuencias psicológicas a largo plazo, explican los cientÃficos, liderados por Metin Basoglu.
Estos procedimientos tienen que ser considerados como una forma de tortura y deben de ser prohibidos por la ley internacional, señala la revista Archives of General Psychiatry en un artÃculo editorial, en el que se hace eco de la preocupación que en la comunidad internacional de derechos humanos ha producido el intento de Estados Unidos de limitar la definición de tortura. «El estudio muestra que la gravedad de los efectos mentales adversos de larga duración no depende de que la tortura o el maltrato sea fÃsico o psicológico ni con la medida objetiva de la severidad de las técnicas».
Tortura
La definición en la Convención contra la Tortura explica que ésta es «un grave dolor o sufrimiento, sea fÃsico o mental» inflingido sobre una persona con un objetivo determinado por alguien con capacidad oficial. El Gobierno de EEUU ha intentado limitar la definición para excluir el dolor y sufrimiento mentales creados por diversos actos que no causan un grave dolor fÃsico aunque puedan considerarse trato cruel, inhumano y degradante».
En la aparición del estrés traumático juega un papel importante la falta de control del sujeto sobre lo que le está pasando
Entre ellos estarÃan diversos procedimientos de interrogatorio y detención, como vendar los ojos, poner capuchas, mantener desnudo al prisionero, aislarle, obligarle a estar de pie, atarle con cuerdas, mantenerle en la oscuridad, e impedirle dormir, beber o comer. También se excluirÃan de la definición los procedimientos para debilitar su resistencia, como el trato humillante o provocarle miedo, terror o sensación de impotencia. Y todo ello con el argumento de que habrÃa que probar que este trato causa un daño mental prolongado, como es el estrés postraumático.
Efecto traumático
Los cientÃficos explican que existe un gran desconocimiento sobre tres factores importantes: la gravedad del sufrimiento mental asociado a factores estresantes durante la detención o cautividad; los mecanismos psicológicos por los cuales estos factores estresantes ejercen su impacto traumático y los efectos psicológicos a largo plazo. No obstante, los datos obtenidos del estudio permiten llegar a conclusiones claras. La conclusión más importante, aparte de la básica, es que en la aparición del estrés traumático juega un papel importante la falta de control del sujeto sobre lo que le está pasando.
Por eso, las manipulaciones psicológicas, los malos tratos en general y la tortura durante los interrogatorios comparten el mismo mecanismo psicológico que desemboca en un efecto traumático. Las tres clases de actos se dirigen a crear ansiedad o miedo en el detenido al tiempo que le privan de cualquier forma de control para provocar un estado de total impotencia. Aunque no haya daños fÃsicos, el efecto es el mismo. De hecho, se ha comprobado que el 20% de los detenidos por la policÃa tiene una reacción de ansiedad desproporcionada debido a la incertidumbre y la falta de control, que en algunos casos desemboca en estrés postraumático.
En su comentario, la revista recuerda que, aunque la tortura es ilegal, la practican más de la mitad de los paÃses del mundo y afirma que «aunque la tortura se aplica a un individuo, está dirigida a la sociedad. Como el terrorismo, es un factor destructivo de las sociedades civiles». A menudo está dirigida a «objetivos polÃticos, periodistas, intelectuales, sindicalistas y voces con autoridad moral, con el objetivo de consolidar el poder del gobierno», añade.
SUPERVIVIENTES
En el estudio básico, realizado sobre 1.358 supervivientes de la guerra de la antigua Yugoslavia, se tomaron medidas para que hubiera representantes de cinco grupos representativos: los veteranos de guerra, los supervivientes de tortura, los refugiados, los desplazados y los supervivientes del bombardeo de Belgrado por la OTAN y para que existiera un número suficiente de casos de estrés postraumático.
El estudio sobre la tortura se centró en 279 supervivientes (102 de Belgrado, 58 de Rijeka, 52 de Sarajevo y 67 de Banja Luka). De ellos 241 eran hombres (el 86,4%). El tiempo medio transcurrido desde que sufrieron tortura los estudiados era de 96 meses. De los 279 individuos estudiados 49 tenÃan estrés postraumático asociado a vivencias distintas de la tortura. Del resto, 128 sufrÃan estrés postraumático asociado a una depresión grave y los restantes sufrÃan al menos un trastorno de ansiedad o estrés postraumático, en diversos grados de gravedad.
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Categoría: PsicologÃa y PsiquiatrÃa.
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