La plaga de los piojos
Los piojos son pequeños insectos que ocupan las zonas pilosas y que se alimentan aspirando sangre a través de pequeñas picaduras en la piel. Los que tienen capacidad de infestar el cuerpo humano pertenecen al género «Pediculus», que incluyen el piojo de la cabeza («P. capitis»), el piojo del cuerpo («P. vestimenti») y el piojo que infesta de la zona del pubis («P. pubis»). Los de la cabeza son los mas frecuentes, debido a la facilidad con la que pasan de una persona a otra, causando verdaderas plagas entre la población escolar.
Al contrario de los piojos del cuero cabelludo, los del cuerpo sà que se asocian a una mala higiene
No tienen que ver con la mala higiene y no transmiten enfermedades; son molestos pero inofensivos. El único problema de salud que pueden comportar son las sobreinfecciones de las lesiones de rascado por el intenso picor que provocan. Los piojos del cuerpo, menos frecuentes, sà que se asocian a hábitos de limpieza deficientes. Ponen sus huevos en las costuras del atuendo, y dado que necesitan mantener cierta temperatura y alimentarse con regularidad, son más habituales en personas que no se cambian de ropa con mucha frecuencia.
Los piojos del pubis se contagian durante las relaciones sexuales y pueden transcurrir varias semanas hasta que el infestado se dé cuenta, dado que su perÃodo de reproducción es más largo que el de los piojos de la cabeza. Estos insectos se alimentan de la sangre que ingieren con las picaduras. Inyectan en la herida su saliva, que tiene propiedades anticoagulantes y que es capaz de transmitir algunas enfermedades; las tres más conocidas son la fiebre recurrente, la fiebre de las trincheras y el tifus exantemático.
La historia de los piojos es tan vieja como la de la humanidad, ya que sólo pueden ser parásitos del hombre y no de ninguna otra especie. Estos pequeños insectos han representado a lo largo de la historia una molestia y un peligro; molestia por el picor y peligro por las enfermedades que pueden transmitir. De los rigores del prurito que provocan han quedado como testigos las pelucas utilizadas en Francia en la época de la monarquÃa, como excusa para ocultar a los piojos que pululaban por sus cabezas.
También han dejado su huella en la historia las enfermedades transmitidas por los piojos, que, por ejemplo, jugaron un papel esencial en la retirada de las tropas de Napoleón durante su incursión en Rusia en 1812. Investigadores de la Université de la Méditerranée en Marsella (Francia), mediante el estudio de la pulpa extraÃda de los dientes de los soldados que perdieron la vida durante la campaña, encontraron que algunos tipos de tifus y fiebre de trinchera eran comunes dentro del ejército francés.
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Categoría: DermatologÃa.
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