Liposucción, lipoaspiración o lipoescultura son denominaciones de la misma técnica


La liposucción es, junto al aumento de mamas, la intervención más demandada de cirugía estética en nuestro país, donde más de 100.000 personas se someten a este tipo de operación cada año, muy a menudo sin conocer los riesgos que conlleva. Para reducir las posibilidad de complicaciones y solventarlas si surgen, este tipo de operaciones únicamente se deben practicar en hospitales, con personal médico, y asegurándose la presencia de un anestesista durante toda la intervención. En cuanto al coste, siempre hay que solicitar presupuestos cerrados.

Liposucción, lipoaspiración o lipoescultura son denominaciones de la misma técnica Cirugía Plástica

Lipoescultura, lipoaspiración

Liposucción, lipoaspiración o lipoescultura son denominaciones de la misma técnica, aclara el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), José Manuel Pérez-Macías. Algunos también se refieren a la aspiración de los cúmulos de grasa localizados en diferentes áreas del cuerpo como lipomodeling o refining. «Son maneras de «vender» la misma cosa», explica la doctora Anna Agustí, cirujana estética de la clínica Teknon de Barcelona.

La liposucción es, junto al aumento de mamas, la reina de las intervenciones de la cirugía estética, según el cirujano estético Jesús Benito Ruiz. «Está indicada sobre todo para el tratamiento de zonas con exceso de grasa que no responden a dieta y ejercicio», asegura. Este especialista, que opera en el Clinic de Barcelona y en el Institut Universitari Dexeus, insiste en que «no es un tratamiento de adelgazamiento» y en que su aplicación «reduce volumen, no peso».

Este tipo de técnica se puede realizar en el abdomen (abdominoplastia), muslos, nalgas, brazos, rodillas, entrepiernas, pantorrillas, tobillos, caderas, mamas en los hombres y también en la cara. La intervención suele durar entre una y tres horas. Pero, «no se debe practicar en consultas», aclara el doctor Benito, porque se precisan unas mínimas condiciones de asepsia. Y cualquier hospital o clínica privada puede practicar técnicas de liposucción si tiene autorización para llevar a cabo otro tipo de intervenciones quirúrgicas. Pero no está indicada para personas con obesidad como tratamiento único; las personas obesas deben adelgazar mediante dieta y ejercicio

No está indicada para quienes padecen obesidad como tratamiento único; las personas obesas deben adelgazar mediante dieta y ejercicio. Esta es la opinión generalizada entre los especialistas. «Como cualquier intervención quirúrgica no está exenta de riesgos», remacha el presidente de la SECPRE.

«La liposucción tiene indudables ventajas estéticas y por ello se demanda cada día más. Es una técnica genial», afirma la doctora Agustí, mientras asegura que si se extrae la grasa acumulada en los trocánteres (pistoleras o cartucheras) ésta no se vuelve a reproducir más, aunque no ocurre lo mismo con los «michelines» de los flancos, (cintura) o el abdomen.

Los pasos en una liposucción, uno a uno

  1. Primero se evalúan las áreas que se van a tratar con el/la paciente.
  2. Después se debe realizar un proceso preoperatorio que incluirá una buena historia clínica, una analítica, un electro etc. para ver los factores de riesgo particulares. «De esta forma se conoce si el paciente está, por ejemplo, «justito» de glóbulos rojos y si se le puede fortalecer para prevenir una anemia o si es necesario administrarle clexane (heparina) para evitar una tromboembolia pulmonar», indica Anna Agustí.
  3. Más tarde se aplica la anestesia. Tal y como explica el doctor Pérez-Macías, la anestesia depende de la extensión del procedimiento y de las zonas. Puede ser local pura para pequeñas áreas (por ejemplo, la cara interna de las rodillas); local con sedación intravenosa cuando se aplica en zonas no muy amplias de la superficie corporal (así no se sobrepasa la cantidad de anestesia local permitida por peso y superficie), anestesia general o anestesia epidural. Cuando hay varias áreas en las que intervenir los especialistas se decantan más por la anestesia general o epidural.
  4. Se infiltra la zona con suero fisiológico muy frío y adrenalina para lograr un efecto vasoconstrictor y facilitar la extracción de la grasa.
  5. Con unas cánulas muy finas, especialmente diseñadas, se extrae el exceso de grasa. Para introducirlas se procura hacer una especie de mallado o red interna de túneles de extracción, que favorece la posterior retracción cutánea.
  6. La grasa se aspira primero del plano profundo y después del nivel superficial. «En ocasiones se extraen hasta 4 y 5 litros. Sale amarilla como la del pollo y al final puede estar un poco pigmentada de rojo por la sangre», explica la doctora Agustí.
  7. Normalmente no es necesario pero en ocasiones la técnica también incluye el relleno de la grasa del propio paciente una vez decantada, en zonas de depresión, así como la relajación de los tejidos adyacentes a las áreas de aspiración, para la redistribución y el tensado de la piel. Por esto se la conoce también como lipoescultura, ya que es un verdadero remodelado corporal, matiza el doctor vallisoletano Perez-Macías.
  8. Algunos pacientes han de pasar una noche en el centro y otros pueden irse a casa el mismo día, según la evolución de cada paciente.
  9. Para el postoperatorio se necesita presoterapia (colocación de una faja especial para ayudar a remodelar las áreas sobre las que se ha actuado) y analgésicos para el dolor. Algunos doctores, como Agustí, prescriben también antibióticos de forma profiláctica (para no dar lugar a posibles infecciones). No es necesaria una baja prolongada. Dependiendo del trabajo del paciente, a los dos o tres días la persona operada ya podrá reincorporarse y hacer vida normal, a pesar de los grandes hematomas que quedan tras la intervención y que suelen prolongarse durante un mes más o menos.
  10. El resultado depende de cómo se haya realizado la extracción pero también de la capacidad de retracción de piel del paciente, aspecto que el doctor Benito considera muy importante. Según él, por lo general los resultados son buenos. Cuanto más firme y más contráctil sea la piel mejor será el resultado, corrobora el presidente de la SECPRE.
  11. La reducción puede ser permanente, siempre y cuando el paciente mantenga una dieta adecuada y practique ejercicio regularmente. Si la liposucción está bien hecha y la piel se retrae adecuadamente, el paciente no ha de repetir tratamiento, salvo que necesite quitar grasa de otras áreas del cuerpo.

¿Para quiénes está indicada?

Aunque no hay un registro en España, se estima que se realizan cada año más de 100.000 liposucciones. El 80% de ellas se practican en mujeres, si bien es cierto que la cifra de hombres, según todas las fuentes consultadas, va en aumento y en su caso las zonas más tratadas son el abdomen y la papada. Los cirujanos insisten en que es una técnica indicada para el exceso de grasa localizada.

«Si por exceso de grasa fuera, a ciertas edades prácticamente todas las mujeres precisaríamos una liposucción, empezando por la cara», comenta de forma distendida Carmen Flores, Presidenta de la Asociación El Defensor del Paciente (ADEPA). Sin embargo, para ella últimamente esta intervención se está banalizando y asegura «que no es la panacea». Por ello, los especialistas consultados citan algunos consejos para las personas que estén pensando acudir a un centro para someterse a este tipo de técnicas de extracción de grasa, así como una serie de recomendaciones de ADEPA:

Además de todas estas «precauciones», Carmen Flores adelanta la intención de ADEPA de solicitar al Ministerio de Sanidad que obligue a los centros de cirugía estética a realizar un examen psicológico de los pacientes más jóvenes. El presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética asegura que «en general no se interviene a personas que no hayan completado su desarrollo porque puede haber cambios al continuar éste».

Diversidad de técnicas

Estos tratamientos han variado sustancialmente desde que tuvo lugar su introducción en los años 80 por parte de los cirujanos plásticos, revela Pérez-Macías. La técnica que se aplica hoy en día consiste en aspirar la grasa por medio de unas cánulas de diámetro de apenas unos milímetros, conectadas a un sistema de vacío.

Aunque puede hablarse de una técnica general de liposucción, según el doctor Benito, cada cirujano puede modificarla según la necesidad o su forma de trabajar. Hay aparatos que ayudan al tratamiento, como la liposucción ultrasónica o la vibroluposucción. Existen también otros métodos que utilizan el vacío de forma combinada con los ultrasonidos o con el láser.

La técnica seca, que es como se conoce la aspiración sin infiltrar soluciones en la zona que se va a tratar, apenas se usa. De las técnicas húmedas, la más frecuente es la tumescente, en la que se inyectan soluciones de suero, combinadas con preparados para minimizar el sangrado.

La vibroaspiración debe su nombre al equipamiento, que consiste en que la cánula vibra, evitando en parte la fatiga del cirujano. Estas intervenciones son agotadoras para los operadores. La liposucción ultrasónica emplea ultrasonidos que diluyen la grasa que después hay que sacar, lo mismo que la técnica láser aplicada a la grasa, que después también hay que extraer. Pero éstas no se han mostrado mejores que la tumescente, por ello ésta es la más ampliamente usada, la más segura y equiparable en resultados a las técnicas más sofisticadas. En ello coinciden Pérez-Macías y la doctora Agustí.

Para despejar dudas sobre la liposucción, puede consultar el apartado que le dedica la web de la SECPRE, donde le ofrecerán información sobre los riesgos quirúrgicos, las posibilidades de éxito de la intervención y los centros cualificados para llevarla a cabo.

Califica este Artículo
0 / 5 (0 votos)

Categoría: Cirugía Plástica.




Deja una respuesta