SIDA


¿QUÉ ES?
El SIDA (SÍNDROME DE INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA), es una infección por virus que causa un fallo total del sistema inmunológico del cuerpo.

Debido a este virus, el sistema inmunológico (que incluye los linfocitos de la sangre, la médula espinal, el hígado y las glándulas linfáticas) no puede producir anticuerpos que protejan el organismo contra las infecciones y el cáncer.

El virus que lo provoca es el Virus de Inmunodeficiencia Humana o VIH (también HIV; del inglés), del que hay dos tipos principales, 1 y 2, y multitud de variantes.

En la actualidad se calcula que 30-40 millones de personas están infectadas en todo el mundo.
El SIDA es la causa más común de muerte en el mundo occidental en hombres de 25 a 44 años.

CAUSAS
Infección del virus VIH transmitida por:

Relaciones sexuales sin protección.
Uso de agujas o inyecciones contaminadas.
Contacto con sangre o derivados contaminada.
Transmisión madre-hijo.
El SIDA no se transmite por contacto casual (darse la mano, un beso, etc.). Es necesario un contacto íntimo ó un contacto con fluidos contaminados (suero, sangre, etc.).
La persona portadora de virus VIH NO ES UN RIESGO PARA LA POBLACIÓN GENERAL.

SÍNTOMAS
La infección inicial puede no producir síntomas, o producir un cuadro como la gripe, que dura una semana y no se suele relacionar con la enfermedad. Después pasa un período de unos meses en el que no hay síntoma alguno y las pruebas para detectar la infección son negativas, ya que tardan unos meses en hacerse positivas, no pudiéndose asegurar su resultado hasta unos seis meses después del contacto sospechoso.

En la siguiente fase, de infección primaria, ya se han positivado las pruebas analíticas, detectándose los anticuerpos en la sangre.

La tercera fase es una fase más o menos inactiva y prolongada. El paciente se encuentra bien, pero ya tiene la infección, que va avanzando inexorablemente. En este estadio, la medicación es efectiva para reducir la carga vírica y retrasar la aparición del SIDA.

Fases cuarta y quinta: son el comienzo del SIDA. Las defensas inmunológicas están ya demasiado debilitadas para proteger al organismo. El virus ataca también a las células nerviosas y aparecen:
Fatiga, pérdida de peso, infecciones recurrentes (respiratorias, del aparato digestivo, de la piel, etc.), que responden mal o no responden a los tratamientos convencionales.

Fiebre, ganglios linfáticos inflamados, aumento del tamaño del bazo, diarrea, úlceras bucales e infecciones oportunistas por agentes (virus, bacterias u hongos) que no suelen provocar enfermedades en las personas sanas.

FACTORES DE RIESGO
Múltiples parejas masculinas homosexuales.
Múltiples parejas heterosexuales.
Exposición de los trabajadores de hospital, auxiliares de laboratorio a sangre y otros fluídos de pacientes de VIH.
Pinchazos con una agujas infectadas.
Niños nacidos de madre VIH positiva.
Drogadicción intravenosa.
Transfusiones antes de 1985, cuando se establecieron las pruebas para descartarlo en los bancos de sangre.

PREVENCIÓN
Evitar contacto sexual con personas afectadas, o conocidos consumidores de droga intravenosa.
La actividad sexual deberá restringirse a parejas de conocida historia sexual.
Usar condones para la penetración vaginal y anal.
Evitar las relaciones sexuales cuando se tengan heridas o infecciones en las partes pudendas (pene, vagina e introito vaginal).
Evitar autoadministración intravenosa de drogas.
No compartir jeringas. No utilizar jeringas sin esterilizar.
Evitar transfusiones de sangre no certificada.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Las pruebas analíticas pueden no dar positivas hasta 6 meses después del contacto.
El diagnóstico precoz es muy recomendable.

Medidas Generales
Evitar exponerse a infecciones.
Evitar conductas de riesgo para los demás.
Tratamiento psicoterápico o consejo médico para evitar la depresión producida por padecer la enfermedad.
Contactar de inmediato a los grupos de ayuda del SIDA.
Tratar cualquier infección o complicación.
Hospitalizar si hay complicaciones serias.

Medicación
Hasta el momento la infección no tiene cura, pero sí hay control del mismo y medicación que evita que progrese la enfermedad.
Los tratamientos actuales, que combinan tres o más medicamentos antivíricos, como zidovudina, inhibidores de la proteasa e inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa consiguen detener o ralentizar la progresión de la enfermedad.

Actividad
Debe hacerse ejercicio diariamente.

Dieta
Mantener una alimentación óptima.
Evitar leche no pasteurizada o alimentos potencialmente contaminados.

POSIBLES COMPLICACIONES
Infecciones graves en sistemas orgánicos por gérmenes oportunistas: Neumocistitis, Toxoplasmosis, Citomegalovirus, Candida albicans, Tuberculosis, etc. son las más comunes.
El cáncer de piel (Sarcoma de Karposi) y los linfomas (cáncer de las células linfáticas) son frecuentes.
También la encefalopatía y la meningitis por el VIH.

PRONÓSTICO
Es una enfermedad incurable. Sin embargo los síntomas pueden ser reducidos y la enfermedad puede que no se desarrolle con la medicación adecuada, en 5 a 15 años, después de dar positivo el virus VIH.
Hay un grupo de población (los progresores lentos), que por una deficiencia congénita son resistentes a la infección, no desarrollándola o evolucionando muy lentamente.
La esperanza de vida de las personas con VIH/sida aumentó en 13 años con la terapia combinada con atirretrovirales y la mortalidad se ha reducido en 40 por ciento, señala un estudio realizado por la revista científica Lancet. El tratamiento transformó al VIH de una enfermedad mortal a una crónica.

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Categoría: Glosario Médico.




One Response to “SIDA”

  1. John Dice:

    Dado el largo tiempo que la enfermedad ha existido, parece extraño que la ciencia aún no esté cerca de encontrar una cura para el VIH. Los teóricos de conspiraciones afirman que la cura existe, pero que es ocultada por las compañías farmacéuticas o los gobiernos que solo están interesados en conseguir ganancias y eliminar de la población los elementos más indeseables.

    Por extraño que parezca, solo hay una enfermedad viral que tiene tratamiento médico que es la hepatitis C y en algunos casos no se logra curar completamente. Las otras enfermedades por virus son diferentes, algunas matan rápidamente como el virus del ébola, se curan fácilmente como el resfriado común, se quedan permanentemente en el cuerpo como es el caso del herpes o tienen vacunas preventivas como el sarampión. Debido a que el VIH se esconde en el ADN de las células humanas de larga duración, hace que sea un problema especialmente difícil de abordar.

    También hay que recordar que la mayoría de las otras enfermedades crónicas, comunes en países desarrollados, son también incurables pero tratables. Por ejemplo, la diabetes, la presión arterial alta, la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardiaca, la artritis; ninguna de ellas es curable pero todas con manejables (incluso algunas no se tratan tan fácilmente como el VIH).

    Algún día, tal vez no en esta generación, se logré encontrar una cura para el VIH, pero mientras tanto, es un error considerar la cura como el único medio para el éxito. En los últimos 15 años se ha visto como el VIH pasó de ser una enfermedad fatal e incurable a ser una enfermedad manejable y crónica, para lo cual el tratamiento se ha hecho cada vez más sencillo y se hará más fácil en los años venideros. Una cura será un descubrimiento científico sin precedentes, pero hasta que esto ocurra, hay que estar contentos de tener un tratamiento exitoso sin precedentes.


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