Técnicas de relajación


Conviene ponerse en manos de profesionales para poner en práctica estos métodos

El estrés, la ansiedad y la depresión, situaciones asociadas a nuestro vertiginoso ritmo de vida, son cada vez más frecuentes entre la población mundial. De hecho, la Organización Mundial de la Salud considera la ansiedad como la primera causa de consulta a especialistas en salud mental. Para hacer frente a estos estados de ánimo, muchas personas utilizan las denominadas técnicas de relajación, una serie de herramientas que van desde respiraciones profundas, meditación, tensión y relajación de músculos, hasta visualizaciones. Los expertos advierten, sin embargo, de que en los casos crónicos estos métodos no son eficaces si no se hacen bajo la orientación de psicólogos. Los especialistas aseguran que en los últimos años ha sido recurrente la aparición de personas que se dedican a la enseñanza de técnicas de relajación sin tener una formación adecuada.

Técnicas de relajación Psicología y Psiquiatría

Intrusismo y poca profesionalidad

Las técnicas de relajación son procedimientos útiles no sólo en el ámbito de la psicología clínica y de la salud, sino también en el de la psicología aplicada en general, según explican Nieves Vera y Jaime Vila en el Manual de Técnicas de terapia y modificación de la conducta de Vicente E. Caballo. Sus orígenes se remontan a los primeros años del siglo XX, aunque hay métodos que se desarrollaron a partir de los años sesenta y setenta.

Según el doctor Héctor González Ordi, psicólogo de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, en la actualidad existen «muchísimas técnicas de relajación»: desde las clásicas (ejercicios de tensión-distensión; procedimientos de respiración y sugestión e imaginación mental), hasta las corrientes más recientes que incluyen música especializada de la denominada «Nueva Era». «Hay todo un mundillo en torno al control mental», añade el psicólogo.

En ese «mundillo» abundan seudo especialistas con poca formación profesional que se dedican a poner en práctica técnicas de relajación sin conocimientos clínicos previos. Y por ello, no resulta nada extraño escuchar por la radio anuncios sobre entidades o escuelas que ofrecen cursos de «especialista en técnicas de relajación y autoayuda». Por lo general, los requisitos para ingresar en estos cursos no incluyen formación universitaria relacionada con la psicología. Y es ahí donde está el riesgo. González Ordi aclara que las técnicas de relajación «no son peligrosas en sí», pero cuando se trata de estados crónicos una relajación casera con música de fondo y unas cuantas respiraciones no bastan para solucionar el problema ni tampoco la asistencia a consultas con personas poco preparadas. Lo ideal siempre es acudir al psicólogo.

«Yo no sé qué calidad tendrán los cursos que se dan sobre técnicas de relajación, pero está claro que hay trastornos de ansiedad que no se pueden tratar sólo mediante la relajación. Muchos, inclusive, son crónicos y requieren otro tipo de tratamiento que va más allá de la simple relajación. A los problemas de ansiedad no se les puede aplicar una receta rápida y fácil», añade la doctora Susana Ruiz, psicóloga con sede en Madrid.

Técnicas de relajación

Conviene ponerse en manos de profesionales para poner en práctica estos métodos .El trabajo, el estudio y el sueño provocan ansiedad

Las técnicas de relajación sirven para aprender a combatir trastornos de ansiedad. La ansiedad, según el doctor Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés, SEAS, es una «emoción natural» y tiene similitudes con otras reacciones emocionales como la alegría, el enfado, la tristeza o el miedo. Por lo general la ansiedad es experimentada, dice el doctor Cano, como una emoción desagradable que surge de una situación ante la que el individuo percibe una amenaza. Las situaciones cotidianas que provocan más ansiedad son el trabajo, estudiar o inclusive no dormir.

El estrés, en cambio, se entiende- según el doctor Cano Vindel – como una «sobrecarga» para el individuo. El estrés, además, puede ser positivo o negativo. Positivo cuando se interpretan las consecuencias de una situación como favorables y negativo si se perciben desagradables o perjudiciales. Situaciones como catástrofes naturales, separaciones, divorcios, pérdida de un ser querido, dificultades económicas, matrimonio o el nacimiento de un hijo pueden ser motivo de estrés.

Un informe reciente del sindicato UGT ponía de manifiesto lo costes humanos del estrés. Sobre todo en lo que respecta al ámbito laboral. No se trata solamente de las cardiopatías, el agotamiento físico, las infecciones y el cáncer que se pueden derivar de este estado sino del elevado índice de absentismo laboral y la cuota económica anual que ello supone en la Unión Europea: cerca de 20.000 millones de euros. La Organización Internacional del Trabajo, según destaca el estudio de UGT, afirma que el coste de los problemas de salud mental relacionados con el trabajo, incluido el estrés, representa el 3% del PIB de la UE. Por culpa de la ansiedad y el estrés durante 2001 en España se consumieron 35 millones de envases de tranquilizantes y ansiolíticos a través de receta médica.

Diferentes maneras de relajarse

Para tratar la ansiedad existen varios métodos. Los profesionales en este ámbito suelen utilizar recursos farmacológicos, cognitivos, de conducta y de relajación. En el caso de la relajación no importa tanto la técnica que se utilice como la constancia con la que se lleve a cabo. Por lo general, los terapeutas tienen que asegurarse de que sus pacientes practiquen diariamente en casa y apliquen la relajación ante situaciones específicas, hasta convertirla en un hábito.

Las técnicas de relajación más utilizadas por los especialistas y aceptadas como procedimientos válidos de tratamiento psicológico son la relajación progresiva, conocida como el método Jacobson; la relajación pasiva, la relajación autógena de Schultz y la respuesta de relajación de Benson. Clínicamente, sin embargo, según explica el doctor González Ordi en un informe sobre el proceso de la relajación «hay una amalgama de estrategias y a menudo los terapeutas plantean programas donde se combinan progresivamente varias modalidades».

Siempre será el especialista quien determine cuál será el método más apropiado de relajación para el paciente en función del trastorno que padezca. Este es, en líneas generales, el contenido de tales métodos:

El doctor González Ordi destaca el «aspecto lúdico» que tienen las técnicas de relajación caseras. Es decir, las que buscan un estado de placidez pasajero pero que no profundizan en los aspectos internos que provocan desequilibrios en las personas. Lo ideal, insiste, es acudir siempre a un profesional. «El utilizar la relajación como una estrategia para enfrentar los problemas necesita entrenamiento», afirma.

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Categoría: Psicología y Psiquiatría.




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