Utilizan células madre derivadas de grasa humana para detener el crecimiento tumoral


Investigadores del Instituto de Investigación del Cáncer de la Academia de Ciencias Slovak de Bratislava (Eslovaquia) han conseguido derivar células madre mesenquimales de tejido adiposo humano y han utilizado un nuevo método de terapia génica para que sean capaces de encontrar y destruir los tumores de forma casi «teledirigida». Las conclusiones de la investigación se publican en la revista Cancer Research.

Cestmir Altaner, director del estudio, explica que estas células madre derivadas de la grasa podrían utilizarse como base de terapias personalizadas. «Casi todo el mundo tiene algo de tejido graso de sobra y este tejido podría convertirse en un recurso de células para el tratamiento contra el cáncer adaptado a portadores específicos para transportar los fármacos», explica Altaner.

Las células madre mesenquimales pueden ayudar a reparar daños en tejidos y órganos al renovar las células lesionadas. Estas células también se encuentran en la masa de células normales que se mezclan las cancerígenas para constituir los tumores sólidos.

Los investigadores creen que las células madre mesenquimales «ven» los tumores como un órgano dañado y migran hasta él, así que podrían ser utilizadas como un «vehículo» para el tratamiento que puede dirigirse tanto a los tumores primarios como a la metástasis. Estas células madre tienen además cierta plasticidad, lo que significa que pueden convertirse según el microambiente de un tejido determinado en células especializadas.

Los autores investigaron, tras extraer las células madre del tejido graso humano, cómo encontrar una vía menos tóxica para tratar el cáncer de colon que el agente estándar de quimioterapia, el 5-fluorouracil (5-FU), que produce efectos secundarios tóxicos en las células normales.

Los científicos ampliaron el número de células madre mesenquimales en el laboratorio y utilizaron como vector un retrovirus para insertar el gen de la deaminasa citosina en las células. Este gen puede convertir un fármaco menos tóxico, la 5-fluorocitosina (5-FC), en 5-FU dentro de las células madre, y la quimioterapia puede filtrarse dentro del tumor, produciendo un efecto letal en las células cancerígenas.

Los investigadores inyectaron primero las células madre mesenquimales modificadas en un modelo experimental con el sistema inmune inhibido, y en el que se había injertado tumores de colon. Después administraron 5-FC y descubrieron que el crecimiento tumoral se inhibía hasta un 68,5 por ciento, sin que aparecieran signos de efectos secundarios tóxicos.

Sin embargo, ninguno de los animales utilizados en el estudio se mantuvo libre de tumores. Según Altaner, el procedimiento es bastante eficaz aunque aplicaron las células madre sólo en una ocasión. «Obviamente la repetición del tratamiento aumentaría la eficacia así como el uso de este método en combinación con otros tratamientos», explica el investigador.

Las células mesenquimales normales pueden aislarse a partir de varias procedencias, incluyendo la médula ósea, pero su rendimiento no es tan grande como el que han obtenido los investigadores a partir del tejido graso. Según Altaner, la extirpación de tejido graso durante la cirugía para eliminar un tumor podría ser simple. La liposucción podría también utilizarse para aislar células madre mesenquimales congelándolas en nitrógeno líquido para su futuro uso terapéutico. Ambos procesos serían más fáciles que extraer médula ósea del paciente, señala el investigador.

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Categoría: Oncología.




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