Ciclo de infección del VIH


En la transmisión por vía sexual las primeras células diana del virus son las células presentadoras de antígeno y los linfocitos de la submucosa rectal y vaginal. En este microambiente se producen fenómenos de activación linfocitaria y presentación antigénica que facilitan enormemente la infección viral. Sin embargo, a nivel de las células epiteliales de la mucosa se producen también factores supresores y en concreto una quimiocina denominada SDF-1 que bloquea parcialmente la infección por el VIH.
Una vez que se produce esta infección de la «primera estación» en la submucosa, la diseminación viral es inmediata y explosiva. En apenas 72 horas se detecta ya un gran número de linfocitos infectados en todos los ganglios linfáticos del organismo en niveles similares a los observados en la fase crónica de la infección. Se establece de esta manera muy rápidamente una infección crónica en la que el virus se acantona principalmente en los órganos linfoides.
Los órganos linfoides representan el gran reservorio donde se producen los fenómenos de infección y propagación del VIH. En el estudio de los ganglios linfáticos se observa una enorme cantidad de virus fuera de las células, que se disponen alrededor de las células dendríticas, en estrecho contacto con linfocitos a los que infectan. Una pequeña proporciónde los linfocitos infectados replican activamente el virus y son los responsables de la ingente producción de viriones observada en el paciente infectado.
Los modelos matemáticos estiman que diariamente se producen en un sujeto infectado entre mil y diez mil millones de partículas virales y millones de linfocitos CD4 son destruídos, lo que demuestra que el VIH presenta una cinética de replicación extremadamente agresiva. Los virus generados infectan a su vez linfocitos activados, especialmente aquellos que se encuentran en estadio de división para «regenerar» los linfocitos destruidos.
Simultáneamente a este compartimento activo desde el punto de vista de producción de virus, existe un compartimento linfocitario mayoritario en el que el virus permanece «dormido», en un estado de latencia absoluta, sin que se conozca con precisión la cinética de transición de estas células latentes al estado de replicación activa. Este compartimento de linfocitos latentemente infectados representa un mecanismo de persistencia muy importante y un enorme obtáculo para conseguir la erradicación del VIH ya que estas células no son reconocidas como infectadas por el sistema inmune y escapan a su acción.
La estrategia de adaptación del VIH al entorno celular de los linfocitos CD4 se basa en que la replicación viral depende de factores celulares que son inducidos sólo cuando la célula es activada. De esta manera, el linfocito CD4 representa un doble nicho ecológico en el ciclo biológico del VIH: en estado de reposo celular permite la latencia viral al carecer de los factores necesarios para permitir la replicación del VIH; por el contrario, la activación celular induce en el linfocito CD4 las proteínas necesarias para iniciar la replicación del VIH transformándose así en una célula altamente permisiva que produce decenas de miles de partículas virales. Este fenómeno de reactivación a partir del estado de latencia proviral es extraordinariamente rápido y agresivo y se ha estimado que tras la activación linfocitaria, en dos horas se produce la síntesis de todas las proteínas virales en la célula, detectándose viriones viables fuera de la célula entre 4 y 6 horas después de la reactivación.

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Categoría: Glosario Médico.




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