El implante coclear, eficaz frente a la hipoacusia
Intervenciones como los implantes cocleares y la estandarización de la detección precoz de los trastornos auditivos son los principales aliados de los especialistas en el manejo de patologías como la hipoacusia. En este sentido, el 90 por ciento de los niños a los que se les ha realizado un implante coclear recupera la audición.
Uno de cada mil niños nace con sordera y dos de cada mil nacen con problemas de auditivos. Ante estas cifras, los especialistas reunidos en el último congreso de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico Facial (Seorl-PCF), celebrado en Granada, pusieron de manifiesto la importancia del diagnóstico precoz de este trastorno. Detectar la hipoacusia, o pérdida de audición, a los pocos meses de nacimiento “permite un tratamiento integral tanto en el aspecto de la rehabilitación de estos pacientes, como de su entrenamiento auditivo y de la utilización de audífonos o implantes cocleares, si éstos fueran necesarios”, explica Manuel Sainz Quevedo, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario San Cecilio, de Granada, y presidente del citado congreso.
En la misma línea, Luis García-Ibáñez, subdirector del instituto de Otología García Ibáñez de Barcelona y el director del Departamento de Implantes del centro, destaca la importancia de la estandarización del despistaje neonatal o la detección precoz de la sordera. “Un niño que nace sordo y al que se le detecta esa sordera a los pocos meses puede recibir un implante coclear si se llega a la conclusión de que con los audífonos no va a mejorar”, dice. Por el momento, en los casos de hipoacusia severa estos implantes constituyen la principal alternativa para hacer frente a este problema. Actualmente se estima que entre el 80 y el 90 por ciento de los niños con implante coclear recupera la audición y “pueden llevar una vida de audición y de lenguaje prácticamente normal”, afirma este especialista.
El implante coclear es un sistema electrónico capaz de captar el sonido, procesarlo y mandarlo directamente al nervio auditivo. Tras este proceso, el nervio auditivo estimula la corteza cerebral, haciendo posible que el afectado vuelva a escuchar sonidos. “Es un sistema que simula la audición, pero la simula de forma electrónica, por este motivo requiere que el cerebro se adapte a ese tipo de estimulación; es decir, que el niño ‘aprenda’ a oír”, señala García-Ibáñez. Para ello es necesaria una rehabilitación especial, y probablemente la ayuda del logopeda, pero tras este proceso el niño es capaz de seguir su crecimiento habitual como cualquier otro niño; eso sí, con un pequeño retraso, que ronda un año, como consecuencia de la pérdida auditiva. Según García-Ibáñez, gracias a la detección precoz de la sordera y a su posterior tratamiento “no deberían existir sordos de nacimiento”.
Cirugía
Entre los avances más significativos que se debatieron durante el congreso destacan los progresos en cirugía otológica y otoneurálgica; concretamente, los realizados en el tratamiento del vértigo. Según García-Ibáñez, “en la actualidad, aparte de los tratamientos médicos, existen también tratamientos quirúrgicos que pueden controlar perfectamente el vértigo”. Este tipo de cirugía se realiza en personas que tienen continuas crisis de vértigo provocadas por problemas en el oído en los que el tratamiento farmacológico sólo actúa de forma temporal.
Del mismo modo, la cirugía endoscópica y la cirugía láser también constituyen grandes aliados en el manejo de patologías propias de la Otorrinolaringología.
A pesar de que estas técnicas están plenamente integradas en el arsenal quirúrgico de los especialistas, “cada vez tienen más aplicaciones”, señala el doctor Sainz Quevedo. En este sentido, la cirugía endoscópica es “tremendamente importante porque reduce tanto las hospitalizaciones como la agresividad que requería abordar determinadas zonas”, afirma el presidente del encuentro. De la misma forma, la principal ventaja de la cirugía láser radica en que “permite la extirpación de determinados tumores de laringe y la localización de los mismos sin necesidad recurrir a las técnicas a cielo abierto que, de alguna forma, son más mutilantes”, apuntó.
Sin embargo, en el aspecto quirúrgico no todo es positivo para la Otorrinolaringología ya que durante el congreso también hubo tiempo para las reivindicaciones. Éste es el caso de la cirugía plástica, especialidad en la que los facultativos reclaman más protagonismo. Y es que tan sólo el 20 por ciento de las cirugías faciales que se realizan en España las llevan a cabo otorrinolaringólos. “Los otorrinos somos los especialistas médicos que mejor conocemos la fisiología y anatomía de la zona de cabeza y cuello, por lo tanto, nos resulta más fácil intervenirla”, explica Tomás Barberán, presidente de la Sección de Cirugía Plástica Facial de la Seorl. De la misma opinión es Sainz Quevedo, especialmente en el tratamiento de algunas alteraciones, como la atrasia del pabellón auricular, que tienen “un tratamiento mixto” y en las que es necesario tratar “tanto el factor funcional como el estético”.
Consenso
“El objetivo es el consenso”. Con estas palabras explicó Sainz Quevedo algunas de las metas que la Seorl se ha fijado con la celebración de este congreso, que reunió a más de 1.300 especialistas. “Antes había mucha diversidad, por ejemplo, en el caso de las infecciones en los niños enseguida se utilizaban los audífonos o los drenajes transtimpánicos; ahora ya tenemos más coordinación en este tema. Estamos consiguiendo ponernos de acuerdo sobre qué tratamiento es el mejor para cada uno de los problemas y qué es lo que se debe hacer, tanto desde el punto de vista del diagnóstico como desde el punto de vista terapéutico, para cada patología”, apostilló este especialista.
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Categoría: Exámenes y Equipo Médico.
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