Ejercicio Físico: la Mejor Medicina contra la Osteoporosis


 

 
Leí hace algunas semanas el muy recomendable blog del Dr.Casado -lasala3.wordpress.com- un artículo de lo más interesante sobre la osteoporosis. En él se critica la sobremedicación para prevenir/tratar la osteoporosis, estando demostrado que dichos fármacos sólo reducen el riesgo de sufrir fracturas en un porcentaje muy bajo y en unos casos muy concretos; es decir, que después de tomar mucho calcio, muchas vitaminas y muchas pastillas mes tras mes desde los 50 años, siguen existiendo muchos otros  factores que son los que principalmente provocar fracturas y que no se combaten.
Sabemos que la osteoporosis consiste en que los huesos se vuelven más débiles, siendo más propensos a fracturarse. Las fracturas más frecuentes que sufren las personas con osteoporosis son las de cadera, muñeca y vértebras. Aunque haya otras causas, la inmensa mayoría de las fracturas (sobre todo las de cadera, muñecas, así como costillas y otros huesos…) suelen ocurrir debido a una caída. A veces se puede producir la fractura de forma espontánea (típico, por ejemplo, en las fracturas vertebrales, por aplastamiento), pero lo habitual es que la caída sea la causante de la fractura.
Si además unimos a que con la edad aumenta tanto el riesgo de caída como el riesgo de sufrir osteoporosis, no hay que ser muy avispado para pensar que tal vez lo que hay que tratar de evitar es que la persona se caiga. Si no se cae (o se cae menos) eso sí que va a reducir el riesgo de fracturas.
 

¿Y qué hacemos para que las personas no se caigan tanto? Está más que demostrado: ejercicio físico.
 
Hay muchos estudios sobre el tema. Por ejemplo, en la página del Ministerio de Sanidad encontramos un resumen titulado «Intervenciones para la prevención de caídas en las personas mayores que viven en la comunidad». Invito a leer el texto completo del enlace, aunque aquí copio y pego una pequeña parte de los datos que aporta (las negritas son mías):
 
Resultados de la revisión: La revisión incluyó 111 estudios, todos ellos ECAs, con un total de 55.303 participantes. El riesgo de sesgo de los estudios fue variable: el 55% de los estudios presentó una generación adecuada de la secuencia de asignación, el 32% presentó un encubrimiento de dicha secuencia y tan sólo el 15% de los estudios presentó un cegamiento adecuado. Por último, el 50% de los estudios midió de forma adecuada la variable de resultado.
Conclusiones: Los programas de ejercicio son efectivos para la prevención de caídas en ancianos que viven de forma autónoma en el medio comunitario. Existen otras intervenciones potencialmente efectivas como, por ejemplo, la valoración personalizada del riesgo de caída para cada anciano, la administración de vitamina D o la mejora de la seguridad del domicilio. No obstante, se requieren nuevas investigaciones para aclarar los contextos en los que son efectivas.
 
Aquí se puede consultar la revisión completa original (pdf) de la cual se ha hecho el resumen.
 
Otros beneficios del ejercicio físico: ayuda a mantener/aumentar la masa ósea.
 
El hueso es un tejido vivo, que cambia y se modifica dependiendo de las necesidades del organismo. Al igual que el músculo, que pierde fuerza si no se entrena, el hueso también sufre pérdidas si no tiene el estímulo de la carga y el ejercicio.
Por lo tanto, el estímulo del ejercicio (realizado como prevención, antes de que aparezcan los problemas de la osteoporosis) ayuda también a que el hueso pierda menos masa ósea y esté menos propenso a sufrir fracturas.
 
Tenéis más información sobre el tema en artículos como este, ya de hace algún tiempo, sobre actividad física y osteoporosis, que presenta las siguientes conclusiones (las negritas son mías):

La osteoporosis se torna como un problema social de cierta envergadura, debido a las consecuencias que acarrea.
La realización de actividad física puede ser una alternativa eficaz, dentro de las distintas terapias encaminadas a luchar contra esta patología, desde el punto de vista preventivo y terapéutico.
Es necesario la realización de actividad física en edades tempranas, para la consecución de un buen nivel de densidad de masa ósea, siendo los ejercicios de mayor impacto los que más aumentan la masa ósea.
Es producente llevar a cabo algún tipo de actividad física durante la vida de una persona, para reducir los riesgos de fracturas en el futuro. De esta forma, si no se puede llevar a cabo la práctica de actividades de gran impacto, se tendrá en cuenta, el trabajo muscular como principal alternativa a la actividad física en contra de la reducción ósea.
Es necesario evitar el riesgo de fracturas a causa de caídas, desde una doble perspectiva: aumentando la densidad de masa ósea y manteniendo en lo posible, las habilidades motrices básicas, la coordinación y el equilibrio (estático y dinámico).

 
Así que pastillas, sí, pero las justas, y más vida activa y hábitos saludables, que previenen caídas, fracturas y mil cosas más.
 
Imagen por Hygiene Matters con licencia creative commons.
En bitacoras.com: salud, fisioterapia, prevención.
{jumi }

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Categoría: Consejos para Mamá.




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