Enfermedades de transmisión sexual pueden generar infertilidad


Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) son infecciones que se transmiten a través de las relaciones sexuales – antes eran conocidas como las enfermedades venéreas-, y son causadas por una serie de virus, parásitos y bacterias muy contagiosas. Hoy en día se conocen más de 25 infecciones de transmisión sexual, entre las que se encuentran la gonorrea, sífilis, herpes simple, clamidia y vaginitis, las que se propagan a través de las relaciones sexuales clásicas y orales.Silenciosas, estas enfermedades no emiten un signo de alarma en la pareja que está buscando un hij. Sin embargo, cuando pasa más de un año en el que se sostienen relaciones sexuales frecuentes y sin protección, pero la mujer no queda en embarazo, es imprescindible consultar a un médico urólogo y ginecólogo para develar si se detecta alguna de ellas y tratar el problema.»Las ITS pueden causar trastornos en la fertilidad a través de diversos mecanismos. Desde hace tiempo se estudian básicamente 3 microorganismos: la Chlamydea, el Micoplasma y el Ureaplasma», advirtió a lanacion.com el doctor Ramiro Quintana, director médico de Preservar Fertilidad y del Departamento de Docencia e Investigación de Procrearte.»Estos gérmenes pueden localizarse en el moco que produce el cuello del útero y provocar disminución en la movilidad de los espermatozoides que llegan a través de la relación sexual, o bien alterar la permeabilidad y funcionalidad de las trompas de Falopio.» En otros casos, los microorganismos pueden adherirse directamente a los espermatozoides y afectar su calidad y cantidad», explicó Quintana, que aclaró que la presencia de una infección crónica es bastante frecuente como causa de trastornos en la fertilidad.Según las estadísticas médicas más recientes, en el 25% de los casos, la infertilidad se vincula con alteraciones (obstrucciones) en las trompas de Falopio, ya que estos tubos musculares, que conectan útero y ovarios, pueden haber sido «colonizados» por gérmenes que producen las ITS sin dar síntomas durante mucho tiempo -inclusive años- y alterar su permeabilidad, una condición indispensable para que se produzca el embarazo.Varones y mujeres, en riesgo. «La amenaza -agrega el doctor Quintana- es que cuando la Chlamydea asciende a través del útero y se desplaza hacia las trompas de Falopio ya que puede provocar primero un cuadro de inflamación y después la obstrucción de estas trompas, y de esa manera transformarse en un impedimento para el embarazo. A veces en una radiografía del aparato genital femenino podemos ver las obstrucciones tubarias en mujeres que nunca tuvieron síntomas de nada.»El especialista afirmó que estas obstrucciones pueden tratarse quirúrgicamente en algunos casos, pero muchas de ellas necesitarán directamente una fertilización in vitro (FIV), u operar las trompas obstruidas para no afectar la posibilidad de que se implanten los embriones. Y recalcó que en algunos casos, la utilización de dispositivos intrauterinos (DIU) presentan el riesgo de favorecer procesos infecciosos e inflamatorios pélvicos (enfermedad pélvica inflamatoria) que, no detectados a tiempo, también pueden conspirar a futuro con las posibilidades de lograr un embarazo.Desde | La Nacion

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Categoría: Fertilidad y Embarazo.




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