Fiebre del heno


La fiebre del heno, conocida en algunos lugares como polinosis o rinitis alérgica estacional, es una enfermedad ocasionada por la alergia a pólenes u otros productos vegetales estacionales y se manifiesta por lo mismo con mayor dureza durante los meses de primavera y verano durante la floración.
Como estos elementos flotan en el ambiente, es muy fácil que sean inhalados produciendo las reacciones características, que son síntomas de: conjuntivitis, rinitis, asma y malestar general.
Síntomas parecidos a los de la fiebre del heno que pueden ocasionar rinitis pero no alergias, los ocasionan gases de productos químicos, humo, aire frío y los cambios hormonales debidos a la menstruación y al embarazo.
Cuando un alérgeno penetra por vez primera en el organismo, el sistema inmunitario reacciona produciendo un anticuerpo defensivo llamado inmunoglobulina E (IgE).
La exposición inicial no produce síntomas, pero los anticuerpos IgE se unen a otros similares: los basófilos –cierto tipo de glóbulos blancos o a los mastocitos, que recubren las vías respiratorias, los intestinos y la piel de tal forma que cuando una exposición posterior, los anticuerpos se fijan al alergeno y estimulan a los mastocitos o a los basófilos para que produzcan histamina y otras sustancias que causan los síntomas alérgicos.
Cuando hay una alergia al polen y moho, la nariz reacciona fabricando histaminas, que ocasionan como reacción estornudos y escurrimiento nasal, para expulsar lo que les está causando molestia.
En el caso de los ojos, también se irritan, producen comezón y lagrimean para limpiarse.
La alergia al polen es más frecuente en personas jóvenes, durante la adolescencia y tiende a mejorar a partir de los 50 años.
Los síntomas de la fiebre del heno, son parecidos a los que ocasionan otro tipo de alergias, como a las que ocasionan los animales, el polvo y los ácaros, pero la diferencia está en que estas alergias duran todo el año.
Como la histamina ejerce su mayor efecto en la piel, las membranas mucosas, los ojos, los pulmones y el tracto gastrointestinal, la mayoría de las reacciones alérgicas afectan a éstos órganos. Según el tipo de alergia, los síntomas van desde estornudos, escurrimiento nasal, comezón, ojos llorosos, erupciones y el peligroso choque anafiláctico
Los principales síntomas, que se agudizan cuando la persona sale, hace calor o viento, son:

Ardor, enrojecimiento, hinchazón y picazón en los ojos, con sensación de tener arena en ellos..
Comezón nasal, escurrimiento acuoso, estornudos constantes y obstrucción de la nariz.
Tos.
Sibilación del pecho.
Expectoración.
Fatiga.
Cansancio.
Depresión.
Fiebre.

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Categoría: Glosario Médico.




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