DesafÃos y retos para la enfermerÃa del tercer milenio
A las puertas de un nuevo milenio y en un mundo globalizado, la profesión de enfermerÃa en América Latina enfrenta grandes retos. Por un lado la consolidación de un modelo profesional autónomo en lo cientÃfico técnico y en lo administrativo. En la clÃnica, deberá reasumir su función de cuidador, pero su presencia en la atención de los pacientes deberá caracterizarse por intervenciones que demuestren la calidad cientÃfica y humanización del cuidado profesional.
Asumir el ejercicio independiente, particularmente el dirigido a los cuidados en el hogar. Redefinir en teorÃa y práctica la dimensión de los cuidados prolongados y de los cuidados paliativos, para sociedades donde el perfil demográfico de los viejos está en aumento, con sus caracterÃsticas epidemiológicas de demencias, discapacidades y enfermedades crónicas.
Profesionales capacitados y éticos
En el campo de la salud pública, se requieren profesionales que lideren proyectos de desarrollo social y sean además de profesionales, ciudadanos éticos en sus actuaciones. En el contexto de reforma a los sistemas de salud, los profesionales de enfermerÃa deben hacer prospectiva para adelantarse con propuestas alternativas en modelos de gestión de los cuidados, en modelos de atención de enfermerÃa, de organización administrativa y en el valor social y económico de sus servicios.
Las estrategias y los contenidos de formación deben fundamentarse en la investigación y acercarse a la realidad de los servicios de enfermerÃa para transformar los modelos tradicionales, en un esfuerzo conjunto de enfermeras de servicio, enfermeras formadoras y enfermeras investigadoras. En los procesos de acreditación de las instituciones de salud debe incluirse la calidad del cuidado de enfermerÃa y dentro de éste los mÃnimos de profesionales que se requieren para prestar cuidados continuos y especializados, y por supuesto, los indicadores de la calidad del servicio de enfermerÃa. Y, a los profesionales, se les debe exigir la acreditación de sus conocimientos y prácticas. Todo esto requiere de un gran esfuerzo investigativo.
Hoy no es suficiente con aceptar que el cuidado es el objeto de la disciplina y de la praxis en enfermerÃa. Es preciso asumir una nueva manera de contextualizar y conceptualizar el cuidado para ejercerlo profesionalmente. Esto significa, modificar substancialmente nuestra manera de pensar, de ser y de hacer enfermerÃa. Para ser profesionales autónomos, responsables de nuestros actos, con una praxis fundamentada tanto en evidencias cientÃficas como en la sensibilidad y la creatividad, comprometida con la construcción de condiciones de vida favorables a los pueblos latinoamericanos, por lo tanto actores polÃticos.
Demanda comprender el significado de las necesidades de bienestar de los colectivos sociales y de sus satisfactores, conocer las transformaciones que están sucediendo en su perfil demográfico y epidemiológico y en los sistemas y servicios de salud, para diseñar modelos de atención de enfermerÃa fundamentados en un serio trabajo investigativo , en la sistematización y socialización de nuestras experiencias como comunidad cientÃfica, para desarrollar la disciplina y cualificar el servicio que ofrecemos.
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Categoría: EnfermerÃa.
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