Maniobras de Leopold


1.- La primera nos permite fijar a que altura está el fondo del útero.

2.- La segunda nos sirve para delimitar en que parte está el dorso fetal. Esto es importante porque la delimitación del dorso va a indicar la posición fetal. Además, tiene importancia porque los sonidos del corazón se transmiten hacia el dorso, y si delimitamos el dorso sabemos donde hay que auscultar al feto.

3.- En la tercera maniobra se pone la mano en forma de pinza y permite saber donde está situada la cabeza fetal (presentación fetal), que en un 85 % de los casos está en la parte baja de la pelvis en contacto con pelvis (presentación cefálica), en el 3 % hay presentación podálica con los pies hacia abajo, y en el 1 % de los casos hay posición transversa, que es con el hombro hacia abajo.

4.- La cuarta maniobra consiste en ver si la presentación ya ha penetrado la pelvis o no, (ver si la cabeza está fija en la pelvis o no). Con las maniobras 1, 2 y 3 podemos fijar la posición y presentación. Además, podemos fijar la situación, que es la relación que guarda el eje longitudinal del feto con el de la madre. Cuando coinciden hablamos de situación longitudinal. Cuando no coinciden puede ser que esté perpendicular, situación transversa, o si no, oblicuo, situación oblicua.

Por último, fijar un cuarto concepto, que es la actitud fetal. La más normal es la actitud flexionada o de flexión, donde el feto está flexionado sobre sí mismo. Cuando se pierde la actitud de flexión, hablamos de deflexión, es decir, el feto pierde la actitud compacta y aparecen los brazos o piernas extendidos, o la cabeza hacia atrás, etc..

Otra parte de la dotación de la consulta son los medios para la auscultación fetal, que son medios auditivos (se ponen sobre el vientre de la madre) o electrónicos, que es el cardiotopógrafo: Un papel, mediante un sistema conectado a la madre va deslizándose a 1 cm/minuto y va recogiendo en la parte baja la contractibilidad uterina si la hay, y en la parte de arriba la frecuencia cardiaca fetal. En las posiciones normales, el latido se desplaza a la espalda. Si el feto tiene la cabeza hacia atrás, los latidos se desplazan al abdomen. En consulta tiene que haber un ecógrafo que tiene una sonda impregnada de un gel que actúa como transmisor, y nos permite ver el feto en la pantalla.

Tiene que haber una báscula para saber lo que aumenta de peso la paciente. Lo ideal es que aumente 1 kg cada mes, pero desviaciones de 1-2 kg por encima no tiene importancia ,o 1 kg por debajo. Cuando nos desviamos de esto, probablemente sea un caso de hipo o hipernutrición fetal.

Tiene que haber tiras selectivas para poder determinar en orina las diferentes partes de la misma que nos interesan: Proteínas, glucosa, cuerpos cetónicos, nitritos, y el estudio microbiológico del sedimento. En las infecciones urinarias están las proteínas elevadas y la positividad de los nitritos. En paciente diabéticas puede aparecer glucosa o cuerpos cetónicos en orina.

Tiene que haber un aparato de tensión arterial. Nos va a indicar, sobre todo en la segunda mitad del embarazo, hipertensiones que pueden ser consecuencia de una enfermedad general preexistente o propia del embarazo.

Otro aspecto de la consulta es la dieta del embarazo: Las calorías en la mujer embarazada deben de ser 200 más que en la no embarazada. Hay que aumentar las proteínas 20 gr. Hay que aumentar el calcio 500 mg. Se aumenta el hierro 5 mg. El hierro se necesita en la segunda mitad del embarazo porque el feto está formando su sistema hematopoyético.

Las vitaminas no se deben suplementar en un embarazo normal. Se debe mantener una dieta hidrocarbonada normal y disminuir las grasas animales porque conducen a la gordura, aumentando el colesterol. La dieta debe de ser normosódica. Sólo en los casos en que haya cuadros de hipertensión antes del embarazo o que surjan en el embarazo se puede quitar la sal.

Califica este Artículo
0 / 5 (0 votos)

Categoría: Fertilidad y Embarazo.




Deja una respuesta