Cómo evitar las arrugas


Muchas acciones que realizamos a diario sin darnos cuenta pueden acelerar el proceso de formación de arrugas. La buena noticia es que también hay acciones simples que ayudan a combatirlas.
Lo que debes evitar
Delinearte los ojos con productos duros: Dile no a los delineadores demasiado sólidos, que te obligan a tironear la piel para aplicarlos. El contorno de los ojos es la más delicada de la cara y requiere delicadeza. Prefiere los delineadores líquidos o lápices blandos, que se deslizan la tocar la piel.
Dormir boca abajo: la presión de la boca sobre almohada favorece la formación de las arrugas. Prefiere otras posiciones. Lo ideal, aunque suene exagerado es no ocupar almohada.
Frotarte los parpados: cuando lo haces, corres el riesgo de romper las fibras de colágeno y elastina responsables del sostén de los tejidos. Es conveniente que desmaquilles las pestañas en el sentido del pelo, con movimientos de alisado. Para los párpados sumerge un algodón en abundante crema desmaquilladora y pásalo con mucha suavidad desde el ángulo interno hasta el externo.
Fruncir el ceño: Aunque es un gesto reflejo que hacemos para protegernos del sol, pero la consecuencia directa es la formación de surcos entre las cejas. Para evitarlo usa anteojos oscuros.
Depilarte con cera caliente: La alta temperatura de la cera y el tirón para retirarla pueden debilitar los músculos faciales y dejar como saldo marcas que después se transforman en arrugas.
Hábitos que ahuyentan las arrugas
Usar protector solar: estos son el aliado contra el fotoenvejecimiento. Los expertos recomiendan usarlos durante todo el año, no sólo en verano.
Observa tus gestos en el espejo: Pon un espejo de mano cerca del teléfono y observa tus gestos mientras hablas. Descubrirás gestos causantes de arrugas que desconocías por completo. Si las identificas, podrás evitarlas.
Desmaquíllate: Si no lo haces estás impidiendo que tu piel se desintoxique y favoreciendo el envejecimiento celular.
Alimenta tu piel: Para favorecer la salud de tu cutis debes tener una alimentación balanceada. Evitar las grasas y favorecer el consumo de vitamina E.
Mucha agua: el agua es un excelente hidratante y elimina toxinas de la piel. Dos litros al día y ahora puedes aprovechar las frutas de estación para tomar jugos naturales.
Humedece el ambiente: en invierno utiliza un humidificador de ambientes para contrarrestar la acción deshidratante de la calefacción.
Hidrata tu rostro: Nunca dejes de aplicar una crema hidratante antes de salir de tu casa.

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Categoría: Dermatología.




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