Lesiones quísticas esplénicas en lactantes


 El término peliosis, que procede de raíces griegas, significa «fuga de sangre» y se refiere a los lagos llenos con sangre en el parénquima de los órganos. Estas le­siones se producen en el bazo, usualmente acompaña­das de peliosis hepáticas’ Los lagos llenos con sangre tienen un recubrimiento endotelial y su tamaño varía de 1 a 10 cm. Se desconoce el origen de la peliosis, pero con frecuencia se relaciona con uso de esteroides o quimioterapia. La mayor importancia clínica de esta anomalía es la posibilidad de rotura, con o sin trauma­tismo, lo cual podría ser letal. No hay certeza acerca del tratamiento de la peliosis incidental.

Quistes benignos

Los quistes benignos son raros y por lo general se mantienen asintomáticos. Los quistes pueden ser uni­loculares o multiloculares y su origen es variable. Las formas más frecuentes son los quistes congénitos, pa­rasitarios o postraumáticos. El quiste congénito es unilocular y está lleno con líquido claro que algunas veces contiene cristales de colesterol. El recubrimiento de estos quistes congénitos puede ser escamoso (epi­dermoide) o endotelial. Es común que los quistes para­sitarios se deban a equinococos (hidatídicos). Los de tipo postraumático son secundarios a la licuefacción lenta de un hematoma, tienen un recubrimiento fibro­so y contienen líquido café turbio. A menudo, los quis­tes son asintomáticos, pero pueden presentarse como una masa en el cuadrante superior izquierdo, en oca­siones dolorosa. El tratamiento está indicado cuando hay síntomas. La resección puede ser en forma de esplenectomía parcial, si es factible, o esplenectomía total, si es adecuado.Los quistes equinocócicos deben ma­nejarse con cuidado, al igual que la enfermedad hida­tídica hepática; en caso de alguna duda sobre el riesgo de rotura, debe realizarse una esplenectomía total.

Tumores esplénicos

Todas las formas de tumores esplénicos, además de las metástasis, son raras. El hemangioma es el tumor benigno más frecuente y muchas veces es necesaria la esplenectomía cuando los tumores son grandes, sinto­máticos o hemorrágicos.56’57

Abscesos esplénicos

Los abscesos esplénicos son relativamente raros en los niños. Pueden ser secundarios a un hematoma in­fectado, seudoquiste o quiste del desarrollo. Un infarto esplénico secundario a una hemoglobinopatía también puede infectarse después. La inmunosupresión pone en riesgo a los pacientes para el desarrollo de un absce­so esplénico por siembra durante la bacteriemia, lo que produce abscesos múltiples o miliares.58 Los sujetos con abscesos esplénicos casi siempre tienen apariencia tóxi­ca, con bacteriemia, fiebre y dolor pleurítico en el cua­drante superior izquierdo. La tomografía computadori­zada es diagnóstica en la mayor parte de los casos.

Los abscesos uniloculares solitarios responden bien al drenaje percutáneo, lo cual también permite identi­ficar al microorganismo y elegir el antibiótico adecua­do. Los abscesos múltiples o loculados suelen respon­der a los antibióticos solos. Debe iniciarse el tratamiento antibiótico empírico a partir del diagnóstico presunti­vo que se obtenga con el estudio clínico. Es probable que los pacientes inmunosuprimidos con múltiples abscesos y hemocultivos negativos tengan una infec­ción micótica. Las especies de salmonela son más fre­cuentes en personas con hemoglobinopatía e infarto esplénico. En la infección postraumática, los patóge­nos usuales son estafilococos y estreptococos. En gene­ral, la falta de respuesta a los antibióticos con o sin drenaje percutáneo es indicación de esplenectomía.

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Categoría: Pediatría.




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