Procedimiento de trasplante de hÃgado en niños.
El procedimiento de trasplante se efectúa a través de una incisión combinada superior medial y subcosÂtal bilateral. Es necesario realizar la ligadura cuidadosa de las colaterales portosistémicas y las adherencias vascularizadas para evitar la hemorragia lenta, pero constante. La disección del hilio hepático para la diviÂsión de la arteria hepática y la vena porta por arriba de su bifurcación hace posible obtener la máxima longiÂtud vascular del receptor. Cuando existe, la vÃa biliar se divide en la parte alta del hilio en caso que se reÂquiera para una reconstrucción ulterior en los receptoÂres mayores. La conservación de la Roux en Y en sujeÂtos con atresia biliar sometidos a portoenterostomÃa de Kasai simplifica la reconstrucción biliar subsecuente. La movilización completa del hÃgado, con disección de la vena cava suprahepática hasta el diafragma y la vena cava infrahepática hasta las venas renales, completa la hepatectomÃa.
En niños con inestabilidad vascular grave que no toleran la oclusión de la cava es posible llevar a cabo un trasplante «conectado en serie». En este procediÂmiento la vena cava del receptor se deja intacta y la oclusión parcial de la cava permite la implantación terminolateral de un parche combinado de la vena heÂpática del donador. El acceso a la aorta infrarrenal para implantar el tronco celiaco del hÃgado donador o los conductos vasculares de la arteria iliaca, que se obtieÂnen por la movilización del hemicolon derecho y el duodeno, es la técnica que prefieren los autores para la reconstrucción arterial en los receptores de aloinjertos complejos. En los receptores de aloinjerto reducido de segmento lateral izquierdo, la vena cava del receptor se conserva y por tanto no se moviliza.
El control de la hemorragia es esencial durante la hepatectomÃa del receptor y se requiere una técnica quirúrgica meticulosa. Las pruebas de factores de coaÂgulación (V, VII, VIII, fibrinógeno, plaquetas, tiempo de protrombina, tiempo parcial de tromboplastina) perÂmiten complementar un producto sanguÃneo especÃfiÂco para mejorar la coagulación. El uso de la derivación venovenosa se reserva para los receptores con inestabiÂlidad hemodinámica al momento de la interrupción venosa. Rara vez se necesita la derivación venovenosa en pacientes que pesan menos de 40 kg. En ocasiones se instituye de manera temprana la derivación venoveÂnosa combinada con dosis altas de vasopresina (0.2 a 0.6 unidades/min) en sujetos con hipertensión y variÂces retroperitoneales friables antes de completar la movilización hepática.
La extirpación del hÃgado enfermo se termina desÂpués de lograr el aislamiento vascular. Antes de imÂplantar el hÃgado donador debe asegurarse la hemostaÂsia retroperitoneal. La vena cava suprahepática se preÂpara mediante la ligadura con sutura de cualquier oriÂficio frénico grande y se crea una luz en la cava fuera de la vena hepática (confluencia de la vena cava). El hÃgado donador se implanta con las técnicas vascuÂlares convencionales y sutura de monofilamento para la anastomosis vascular. En los receptores pequeños se aplican las técnicas de suturas separadas, material de sutura de monofilamento absorbible y un nudo con «factor de crecimiento» para permitir el crecimiento vascular. Cuando se usan injertos de tamaño reducido del segmento lateral izquierdo, el orificio de la vena hepática izquierda se une directamente con la superfiÂcie anterolateral de la vena cava inferior infradiaÂfragmática, para lo cual se utilizan los orificios combiÂnados de las venas hepáticas derecha y media. El aloÂinjerto de segmento lateral izquierdo se fija más tarde a la superficie inferior del diafragma para prevenir la torsión con obstrucción venosa de esta anastomosis. No se necesita una fijación similar con el aloinjerto de lóbulo derecho o izquierdo ni con el trasplante de órÂgano completo.
Antes de completar la anastomosis de la vena cava en todos los aloinjertos se lava la solución hiperpotaséÂmica para conservación del injerto con 500 a 800 ml de soluciones intravenosas normopotasémicas hipotérmiÂcas. Cuando se emplean injertos de tamaño completo, los autores prefieren completar todas las anastomosis venosas antes de reconstruir la arteria hepática. En los aloinjertos de tamaño reducido, se concluye la anastoÂmosis de la arteria hepática antes de reconstruir la vena porta para mejorar la visibilidad de la aorta infrarrenal sin ejercer tracción sobre la anastomosis de la vena porta. Los autores prefieren terminar todas las anastoÂmosis durante el aislamiento vascular, antes de la re-perfusión del órgano, aunque algunos equipos de trasÂplante inician nuevamente la perfusión después de acabar la reconstrucción venosa.
Antes de establecer la circulación en el aloinjerto deben efectuarse los ajustes anestésicos para corregir el gran volumen de sangre necesario para llenar de nueva cuenta el hÃgado y contrarrestar la presencia de soluciones hipotérmicas que se liberan durante la re-perfusión. Se inicia el apoyo inotrópico con dopamina (5 a 10 µg/kg/min). Se administran calcio y bicarbonato de sodio para combatir los efectos de la hiperpotaseÂmia por cualquier cantidad residual de solución conÂservadora y la acidosis sistémica secundaria a la ocluÂsión aórtica y la vena cava. La expansión suficiente del volumen sanguÃneo, mediante paquetes globulares para elevar la presión venosa central a 15 o 20 cmH2O y el hematócrito a 40%, minimiza la hipotensión cuando se retiran las pinzas y previene la anemia por dilución. La comunicación cooperadora entre el equipo quirúrÂgico y el anestésico facilita un restablecimiento secuenÂcial suave de la circulación del aloinjerto, primero la venosa y luego la arterial.
La reconstrucción biliar en personas con atresia biÂliar o en aquellos que pesan menos de 25 kg se logra mediante la coledocoyeyunostomÃa terminolateral con suturas de monofilamento absorbibles y puntadas seÂparadas. Se coloca una férula biliar interna de silastic con múltiples perforaciones antes de concluir la anasÂtomosis. En la mayorÃa de los casos puede usarse la Roux en Y previa y es preferible una longitud de 30 a 35 cm. La reconstrucción primaria de la vÃa biliar sin férula se emplea en los sujetos mayores con aloinjertos de órganos completos.
Cuando se cierra el abdomen debe evitarse la elevaÂción de la presión intraabdominal. En muchos casos se recomienda evitar el cierre de la fascia y usar colgajos de piel movilizados y suturas corredizas en la piel. El cierre del plano musculofascial del abdomen puede practicarse antes del egreso.
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Categoría: PediatrÃa.
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