Tratamiento posoperatorio y complicaciones técnicas de un trasplante renal
El tratamiento posterior al trasplante requiere una vigilancia cuidadosa para detectar complicaciones técÂnicas, rechazo, recurrencia de la enfermedad renal priÂmaria y prevenir las complicaciones relacionadas con la inmunosupresión.
En el periodo inmediato al trasplante se necesita una vigilancia frecuente de lÃquidos y electrólitos porque los riñones grandes pueden excretar el equivalente al volumen sanguÃneo del lactante en una sola hora. Es necesario conceder mucha atención a las concentraÂciones séricas de calcio, fósforo, magnesio y electróliÂtos. El gasto urinario se repone en forma isovolumétriÂca. Las soluciones libres de glucosa para restituir el gasto urinario reducen al mÃnimo la hiperglucemia y la diuresis osmótica consecuente. La selección de las concentraciones electrolÃticas apropiadas se efecÂtúa bajo la guÃa de la excreción electrolÃtica urinaria, la cual se vigila en forma regular. Las presiones centrales venosas de llenado deben mantenerse entre 7 y 10 cmHZO para asegurar el volumen intravascular adecuaÂdo. En los pacientes con insuficiencia renal de gasto alto, deben reponerse las pérdidas urinarias por los riÂñones nativo y trasplantado para impedir la hipoperÂfusión y la trombosis. Es indispensable mantener la permeabilidad de la sonda y debe investigarse rápidaÂmente cualquier episodio con disminución del gasto urinario para descartar oclusión de la sonda de Foley y distensión vesical.
La trombosis vascular aún explica la pérdida del injerto hasta en 13% de los trasplantes y 19% de los trasplantes repetidos en niños. La trombosis del injerto es mucho más frecuente en niños menores de dos años de edad y mantiene una relación directa con la edad, tanto del donador como del receptor. Además, el maÂyor tiempo de conservación isquémica en frÃo (> 24 horas) y la presencia relacionada de necrosis tubular aguda con retraso de la función del injerto también incrementan el riesgo. Ya se demostró que un trasplanÂte previo es un factor de riesgo independiente. La imaÂgen vascular posoperatoria inmediata mediante ultraÂsonido Doppler ayuda a confirmar el flujo sanguÃneo en el aloinjerto después de cerrar el abdomen, sobre todo cuando se implantan órganos grandes en receptoÂres pequeños. Es esencial mantener la hidratación adeÂcuada para conservar la perfusión normal; en la mayoÂrÃa de las series no se utiliza la anticoagulación.
La fuga de orina, casi siempre en el sitio de neoÂcistostomÃa, se manifiesta con oliguria y uremia persisÂtente. Pueden usarse el ultrasonido o las imágenes nuÂcleares para identificar alguna colección de lÃquido extravesical. Es necesaria la reparación quirúrgica diÂrecta para prevenir el desarrollo de un urinoma y sus posibles complicaciones infecciosas. Las coleccioÂnes urinarias deben distinguirse de linfoceles en el siÂtio del trasplante. El mejor tratamiento para los linÂfoceles que no se resuelven consiste en abrirlos a la cavidad peritoneal mediante técnicas laparoscóÂpicas.
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Categoría: PediatrÃa.
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