Pesadillas en los niños


Casi la mitad de los niños en edad escolar tiene de vez en cuando pesadillas. Quizás el niño ha visto una película que ha desencadenado en su interior miedos inconscientes; o ha tenido una experiencia que le ha asustado, aunque nadie se haya dado cuenta. Con todo, no siempre se puede encontrar la explicación a las pesadillas en las experiencias concretas ocurridas durante el día. El contenido habitual de las pesadillas, tanto en niños como en adultos, es el mismo: nos sentimos perseguidos o amenazados; queremos escapar, pero no podemos movernos; nos hemos perdido y no sabemos volver a casa. Los niños sueñan a menudo con animales salvajes o fantásticos y rara vez con personas. Las pesadillas aparecen por épocas. Entonces el niño se despierta gritando casi todas las noches por culpa de un sueño horrible. Al cabo de unos días los fantasmas se van de repente.

• Acérquese a su hijo enseguida si empieza a gritar a media noche. Hágalo esperar el menor tiempo posible.
• Haga todo aquello que ayude a tranquilizarle. Usted, sobre todo, manténgase tranquila. Tómelo en brazos, dígale palabras dulces que le consuelen. Escúchelo, si le cuenta un sueño, y no le diga que no ha sido más que un sueño «tonto».
• Quédese con él hasta que se haya tranquilizado. Seguramente, enseguida querrá seguir durmiendo.
Si su hijo es lo suficientemente mayor puede explicarle durante el día lo que son los sueños; decirle, por ejemplo, que se trata de «una historia que uno se cuenta a sí mismo». A continuación, puede proponerle que busque otro final para esa historia. O bien solucione de manera indirecta el problema leyéndole cuentos.
Mientra dure la fase de las pesadillas, es mejor que eL niño no vea La televisión.

En todo caso, que sean reportajes placenteros y agradables sobre animales, pero nada que pueda alterar todavía más su desmesurada fantasía.

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Categoría: Consejos para Mamá.




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