Dimensión académica de la autoestima


Los niños que tienen éxito en el rendimiento escolar se sienten mejor consigo mismos y desarrollan una actitud positiva frente al aprendizaje. En tanto que aquellos que presentan un rendimiento insuficiente, se autodefinen negativamente en este campo y su actitud ante el aprendizaje suele ser de rechazo.

La autoestima académica se refiere a la autopercepción de la aptitud para tener éxito en la vida escolar, específicamente a la capacidad de rendir bien. Incluye también la autovaloración de las habilidades intelectuales: sentirse inteligente, creativo, ser constante, tener profundidad para pensar, ser reflexivo, tener habilidad para los idiomas o las matemáticas, entre otros.

Como se dijo anteriormente, uno de los aspectos más significativos para desarrollar una autoestima positiva en los hijos es hacerlos sentirse competentes en diferentes aspectos. Percibirse capaz de enfrentar una situación con éxito y recibir reconocimiento de los otros, contribuye a generar en él o ella una sensación de autoeficacia y competencia, que son los ingredientes esenciales para tener seguridad en sí mismo en el plano intelectual.

Por el contrario, si está expuesto frecuentemente a situaciones de fracaso, generará sentimientos y creencias de no ser capaz, ya que esa sensación lo vuelve inseguro en el actuar y lo desenergiza, disminuyendo su capacidad de esforzarse. Las experiencias de fracaso tienden a producir inseguridad y a disminuir los niveles de tolerancia a la frustración. La baja tolerancia a la frustración en un niño(a) conduce a conductas negativas, como por ejemplo, agresión, aislamiento y apatía. Para educar bien la autoestima de su hijo o hija, es necesario tener un enfoque más centrado en las competencias que en los déficits.

Dimensión académica de la autoestima Psicología y Psiquiatría

El esfuerzo es otro ingrediente primordial en el desarrollo académico, por lo que es importante valorarlo como elemento fundamental en la consecución de los logros personales.

Como equivocarse es parte inevitable de la existencia, es necesario que los niños aprendan a tolerar frustraciones. Si los padres son modelos en este sentido, si son capaces de reconocer y asumir sus errores al equivocarse, ello puede ser de gran significado para el desarrollo emocional de su hijo(a). Pero recuerde que para tener una buena autoestima, fundamentalmente se necesita tener experiencias de éxito.

Cuando un niño tiene dificultades es muy importante que desarrolle algunos islotes de competencia; es decir, áreas en las que se perciba como exitoso. Cada niño(a) posee un área de la inteligencia en la que tiene un mayor desarrollo, la que es necesario valorar y reconocer como una forma de mejorar su autoestima académica. Centrarse en las fortalezas más que en los déficits, es una de las llaves maestras para permitir que el niño crezca con una confianza en sí mismo, por lo que hay que expresarle con frecuencia «yo creo en ti».

Pablo Neruda era muy malo para las matemáticas, por lo que su padre le quemaba los libros de poesía. Gracias a la mediación de Gabriela Mistral, quien cuando llegó a Temuco como profesora creyó en su capacidad poética, siguió escribiendo. Afortunadamente su padre no tuvo éxito en que Neruda abandonara la poesía, lo que no solo hubiera sido lamentable para él, sino que para la humanidad, que hubiera perdido un gran poeta.

Uno de los recursos que pueden ayudar a favorecer la autoestima académica es el concepto de inteligencias múltiples. Este concepto fue definido por Howard Gardner (1994), quien crítica la idea de un concepto único de medición de la inteligencia y plantea la existencia de una serie de inteligencias independientes. Cada inteligencia será un sistema en sí mismo. El rendimiento de una no predice necesariamente el rendimiento de las otras; sin embargo, actúan juntas para permitir a la persona adaptarse.

Reconocer en qué destaca su hijo o hija le ayudará a visualizar sus talentos y estimularlo a desarrollarlos, lo que sin duda será un factor decisivo para que en el futuro encuentre un espacio para el cual tenga habilidades especiales. Las inteligencias planteadas por Gardner son las siguientes:

Inteligencia lingüística: Incluye las habilidades que se relacionan con el dominio del lenguaje. En el contexto escolar se relaciona con la habilidad del escuchar-hablar, leer y escribir.
Inteligencia lógico-matemática: Es la que se relaciona con el procesamiento de los números y la resolución de los problemas lógicos y con el pensamiento científico. En el contexto escolar, se relaciona con la habilidad para las matemáticas.

En la educación, un elemento clave es conocer cuál es el tipo de inteligencia que predomina en cada niño, de manera de promover en el contexto escolar una existencia académica personalizada. No todos los niños pueden ser buenos para todo, pero sentirse destacado y competente en una de estas inteligencias, es muy fortalecedor de la autoestima y para desarrollar las competencias e intereses más ligados a lo que será su actividad futura

Evaluación de la autoestima académica

Se refiere a la apreciación que los niños y las niñas hacen de sus capacidades intelectuales y de rendimiento escolar, de sus habilidades para aprender y de su capacidad para conseguir logros en esta área. Incluye la percepción que los niños y las niñas puedan tener de su capacidad de concentración y de hacer esfuerzos sostenidos en el trabajo académico. A su vez, incluye la valoración que puedan hacer de sus hábitos de estudio y de los intereses que tengan en los distintos dominios del conocimiento.
La dimensión académica de la autoestima constituye un aspecto de gran importancia durante el largo periodo del ciclo vital en que los niños y niñas asisten al colegio y son evaluados cotidianamente por su rendimiento. La autoestima académica explica en forma importante los sentimientos de competencia o incompetencia que acompañan su desempeño escolar.

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Categoría: Psicología y Psiquiatría.




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