Los ingredientes que componen la autoestima de los niños
Algunas de las caracterÃsticas que según RodrÃguez (2002) se pueden observar en personas sometidas al crÃtico interior y que también son observables en los niños, son:
- Hipersensibilidad a la crÃtica.
- Indecisión crónica.
- Deseo casi obsesivo por complacer.
- Perfeccionismo.
- Rigurosidad.
- Culpabilidad.
- Hostilidad a flor de piel.
- Negatividad generalizada.
Una de las estrategias terapéuticas que McKay y Fanning (1991) sugieren para paliar los efectos de dicha crÃtica, consiste en tratar de analizar estas afirmaciones y aprender a defenderse de ellas. Estos autores dan cuatro reglas para realizar este análisis de sà mismo:
- No utilizar un lenguaje peyorativo: «Tengo que ser más rápida» y no decirse «soy lenta como una tortuga».
- Usar un lenguaje preciso: «Tengo que bajar cinco kilos» y «no estoy gorda».
- Emplear un lenguaje especÃfico y no general: «Debo aprender a sumar» y no «soy malo para las matemáticas».
- Encontrar las dotes positivas: «Soy bueno para… « o «mis virtudes son…».
Para los investigadores franceses André y Lelord (1999), la autoestima está compuesta por tres ingredientes: el amor, la visión y la confianza en sà mismo.
El amor a sà mismo
Es el elemento más importante, es quererse a pesar de los defectos, de las limitaciones y de los fracasos, simplemente porque todo niño(a) es digno de amor y respeto. Es incondicional, no depende de logros y este amor a sà mismo explica por qué se puede resistir la adversidad y es posible recobrarse de un fracaso. Protege de la desesperanza. Depende de cuán querido se haya sentido un niño o niña en la infancia y de los suministros afectivos que haya recibido. Permite sentirse estable, confiar en los otros y resistir las crÃticas y el rechazo.
Cuando falta el amor a sà mismo, hay dudas acerca de las propias capacidades y una sensación de no estar a la altura, y en caso de éxito y a pesar de él, los niños tienden a tener una percepción de ser mediocre.
La visión de sÃ
La mirada sobre sà mismo, la evaluación fundada o no de las cualidades y de los defectos no es un conocimiento, sino que está constituida por la convicción de tener cualidades, defectos y potencialidades. Es subjetiva, pero se funda en las opiniones recibidas en el entorno familiar. Una visión positiva de sà mismo permite buscar alternativas, esforzarse en lograr los objetivos que se han propuesto y resistir obstáculos y contratiempos.
Cuando por el contrario la percepción de sà es negativa, las personas se hacen dependientes, son poco perseverantes y les falta audacia al momento de tomar las decisiones y elecciones existenciales.
La confianza en sà mismo
La confianza en sà mismo se refleja especialmente en las acciones que las personas realizan y se puede evaluar observando cómo enfrentan las situaciones nuevas o difÃciles. Proviene del modo en que la familia y el entorno escolar han reaccionado frente a los éxitos y fracasos del niño. Si se han vivido los fracasos como una catástrofe y el niño o niña percibe que además no se reconocen ni recompensan los éxitos que logra, perderá la confianza en sà mismo.
Cuando se tiene confianza en las propias capacidades se actúa fácilmente con rapidez y seguridad, y se resiste bien a los fracasos que pueda haber; es decir, hay tolerancia a la frustración en este aspecto.
Por el contrario, cuando falta confianza en sà mismo, los niños aparecen como inhibidos, les cuesta mucho tomar decisiones y tienen dudas en relación a ellas. Muchas veces abandonan las tareas que empiezan y les falta perseverancia, producto déla poca fe que tienen en sà mismos.
Northrup (2006) plantea que la autoestima es multifacética y describe siete facetas en relación a la autoestima femenina, pero que son perfectamente aplicables a niños y niñas.
Destreza fÃsica:Â La define como un requisito para la felicidad y se refiere a la seguridad en la capacidad del cuerpo para desarrollar diversas tareas.
Dotes y comportamiento social: Lo relaciona con la capacidad de actuar en forma amable y correcta en diferentes situaciones sociales, que lleva a las personas a convertirse en alguien con quien a los demás les gusta estar.
Autodisciplina:Â Se refiere a la capacidad de realizar esfuerzo sostenido para conseguir un fin, a pesar del cansancio que se pueda sentir.
Confianza en sà mismo: Permite actuar de acuerdo a las propias percepciones, confiando y sintonizando con lo que se sabe.
Educación financiera: Tiene relación con la capacidad de ahorro, esfuerzo y en la habilidad para invertir y valorar el tiempo.
Un lugar bajo el sol: Sentir que por el propio talento se ocupa un lugar importante.
Imagen personal positiva: Sentirse seguro(a) consigo mismo y con el propio estilo personal.
En la práctica clÃnica con niños y adultos, la mayorÃa de las personas presentan, como parte del sÃndrome por el que consultan, problemas de autoestima. Jongsma, Peterson y Mclnnis (2000) plantean que la autoestima negativa puede observarse en las siguientes conductas:
- Hacer comentarios descalificatorios de sà mismo, ya que las personas se perciben como poco atractivas.
- Tener dificultades para aceptar elogios, los que consideran inmerecidos.
- Complicaciones para tomar riesgos asociados con exigencias nuevas, por temor a fracasar.
- Rechazar el contacto social con niños y adultos.
- Buscar excesivamente complacer o recibir atención de adultos o pares.
- Incapacidad para identificar o aceptar en sà mismos rasgos positivos.
- Miedo al rechazo de otros, especialmente del grupo de pares.
- Cometer actos negativos para buscar atención.
- Dificultad para decir que no a otros.
- Miedo a no gustar a los demás.
En la teorÃa de la comunicación, uno de los axiomas es que «no se puede no comunicar», incluso cuando uno no quiere hablar con alguien y se queda callado le está comunicando que «no se quiere comunicar». La mayor parte de las veces que se interactúa se favorece o dificulta el que las personas se valoren positivamente a sà mismas. Ninguna comunicación verbal o no verbal es neutra. No obstante, en la mayorÃa de las interacciones, las valoraciones que se hacen de los otros entran dentro de un terreno no consciente para quien las emite, pero no por ello afectan menos al que las recibe.
Cuando en un contexto determinado, las situaciones y las opiniones de los otros afectan la autoestima de un niño o niña en forma negativa, este se pondrá agresivo, irritable, poco cooperador, y tenderá a actuar en forma poco responsable. En esta situación, es altamente probable que los otros tiendan a asumir una postura más crÃtica y de rechazo frente al niño, quien a su vez se tornará más negativo y desafiante, creándose asà un cÃrculo vicioso.
Las personas con autoestima positiva toleran mejor el fracaso, tienen mayor resistencia a la adversidad y los efectos de no tener éxito son mucho menos durables.
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Categoría: PsicologÃa y PsiquiatrÃa.
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