Reflexiones sobre nuestro actuar para no afectar la autoestima de nuestros hijos


Para que un niño tenga una buena imagen de sí mismo y consecuentemente una buena autoestima, es prioritario que tenga sus necesidades emocionales básicas satisfechas, ya que esto genera un ambiente emocional realmente seguro para crecer. Al igual que para desarrollarse biológicamente, requiere una alimentación sana y una atmósfera protegida. Para que haya un desarrollo emocional sano es fundamental que se sienta:

Querido y atendido por sus padres: Ello supone que sus padres sean capaces de expresar su afecto con gestos y palabras de forma lo más explícita posible, de manera que en su memoria emocional estos gestos y palabras se graben lo más nítido posible.

Jaime cuenta: «Aún recuerdo cuando mi mamá me decía cuando pequeño: ‘No te imaginas todo lo que te quiero».

Un comentario positivo sobre un niño(a) expresado con fuerza, tiene un efecto nutritivo que vendrían a ser como vitaminas para su espíritu, lo que favorecerá una visión positiva de sí.

Escuchado en sus necesidades, preocupaciones y opiniones: Uno de los derechos básicos de los niños es el ser escuchado. Al sentir que lo escuchan, el niño se siente validado y percibe en forma real que sus opiniones importan y son valiosas. Si por el contrario es ignorado o desmentido en forma permanente por los adultos, percibirá que lo que dice no es digno de la consideración de los otros.

Una paciente de 8 años se quejaba de que nadie la escuchaba y cuando la psicóloga que la atendía le replicó,»pero yo te escucho», ella dijo muy amargamente, «pero a mí deberían escucharme mis papás».

Los niños necesitan que se los oiga con atención y verdadero interés. Seguro y no amenazado por nadie: Una parte importante de la seguridad de los niños, además del afecto de los padres y de saber que cuentan con ellos, radica en sentirse seguro y protegido por las figuras paternas. Asimismo requieren que sus padres sean predecibles en sus comportamientos; es decir, que lo que hoy es aceptado, mañana no sea rechazado. Otro elemento importante en la seguridad lo constituye el poder hablar con confianza sobre cualquier tema, eso garantizará que si el niño sufre algún tipo de amenaza, podrá hablarla sin temor con los padres. El peor daño a la autoestima se da cuando un niño se siente agredido o maltratado por sus padres.

Reflexiones sobre nuestro actuar para no afectar la autoestima de nuestros hijos Consejos para Mamá

Martina, quien es ya una adolescente, relata: «Cuando era pequeña mi padre solía llegar borracho y nos maltrataba a todos los hermanos. Mi madre se separó de él, pero todavía cuando veo a un hombre borracho me siento tan asustada como cuando tenía 5 años. A mi padre, desde que puedo elegir, no lo he querido ver más. Siento mucha vergüenza de él y estoy llena de miedos por causa de los malos tratos que recibí de pequeña «.

Competente en las tareas que emprende: Aquí el rol fundamental de los padres consiste en graduar las exigencias de manera que estas correspondan al nivel de desarrollo del niño, con lo cual será altamente probable que tenga éxito al enfrentarlas. Por el contrario, los padres tienen que evitar aquellas situaciones que por razón de su dificultad, puedan llevarlo al fracaso. Frente a tareas que requieren un aprendizaje para ser realizadas con eficiencia, hay que proveer al niño(a) de una mediación efectiva en el proceso de aprendizaje, para que este pueda lograrse de una forma apropiada y el niño o la niña puedan asociar aprendizaje con agrado y no con angustia.Un claro ejemplo de cómo una excesiva presión puede ser contraproducente es el siguiente caso. Cuenta Marcela: «A mí me gustaban las matemáticas y el ajedrez de niña; por lo que mi familia me llevaba a cuánto concurso había, sin tomar en cuenta quiénes eran mis adversarios. Por supuesto perdí muchas veces, lo que me llevó a sentir que era mala para el ajedrez y no querer jugar más, y de paso perdí también el interés por las matemáticas».

Aceptado por su familia y por las otras personas significativas que lo rodean: La atmósfera de aceptación es un elemento esencial para el desarrollo de la autoestima infantil. Muchas veces por intentar modificar algunas conductas infantiles los padres exacerban la crítica, lo que puede llevar al niño a sentirse rechazado, además de sembrar en su mente descripciones de sí mismo que serán muy negativas para su imagen personal, ya que se transformarán en apreciaciones negativas.

«Yo creo que en mi casa no me quieren —dice Víctor—. Están siempre diciéndome y criticándome que todo lo hago mal». Víctor es un niño que por su déficit atencional tiene bastantes problemas escolares. Pero al síndrome de déficit atencional se ha sumado ahora un problema de autoestima negativa, por no sentirse aceptado y desvalorizado por sus padres y el colegio.

Digno de respetarse a sí mismo y de ser respetado por los otros: La base para el respeto hacia sí mismo está dada por una familia que en el contexto y en la forma en que se establecen las relaciones, se manifiesta con una actitud respetuosa y valorativa. En ocasiones el descontrol de los padres puede expresarse en modos de relacionarse con los hijos en extremo desvalorizadores, como sucede en los casos de maltrato físico y psicológico

«Mi padrastro abusó de mí durante dos años antes de que mi madre se diera cuenta. Yo me sentía y me siento muy mal», decía una adolescente de 14 años que aún tenía mucha vergüenza al momento de contarlo.

Reflexiones de utilidad

Diseñe estrategias de reforzamiento o de premio para dos comportamientos que quisiera que su hijo o hija modificara. Esto le permitirá al niño conocer qué es lo que se espera de él o ella, y a usted poder felicitarlo(a) cuando consiga lo convenido.

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Categoría: Consejos para Mamá.




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