Retraso del vaciamiento gástrico (RVG)
Desde finales de los años 70 el papel del retraso del vaciamiento gástrico (RVG) en el reflujo gastroesofágiÂco atrajo mucha atención y suscitó gran controversia. En un estudio sobre los patrones de reflujo, los pacienÂtes que presentaban reflujo en posición vertical tendÃan a sufrir episodios de reflujo en las dos horas siguientes a la comida.31 El estudio de vaciamiento gástrico con radionúclidos en uno de estos pacientes mostró un reÂtraso significativo del vaciamiento del estómago. Los autores pensaron que el espasmo pilórico podrÃa exÂplicar este retraso, el cual al combinarse con las conÂtracciones gástricas activas podÃa elevar la presión inÂtragástrica por arriba de la presión esofágica distal e inducir el reflujo. Un seguimiento para esta observaÂción estudió a 15 sujetos con sÃntomas sugestivos de reflujo gastroesofágico.De ellos, 12 tuvieron reflujo de acuerdo con la vigilancia del pH durante 24 horas y en ocho de esos 12 se observó esofagitis en la endoscoÂpia. El vaciamiento gástrico era normal en aquéllos con reflujo pero sin esofagitis y en los controles, pero los individuos con esofagitis tenÃan un RVG considerable. Los investigadores también encontraron que los episoÂdios de reflujo en las personas con esofagitis eran muÂcho más numerosos respecto de los pacientes sin esta complicación.
Las técnicas y utilidad clÃnica de los radionúclidos en el estudio del vaciamiento gástrico revelaron que los estudios con estas técnicas mostraban RVG en más del 40% de los pacientes con RGE. Se estudió el vaÂciamiento gástrico en individuos con reflujo antes y después de la funduplicación.El vaciamiento del esÂtómago era mucho más rápido, fuera para lÃquidos o sólidos, seis meses después de la funduplicación que antes de ella.
Los estudios mostraron retraso del vaciamiento gástriÂco del agua en niños con RGE,pero otras investigacioÂnes no hallaron diferencias significativas del vaciamienÂto gástrico (con jugo de manzana como vehÃculo para el marcador radiactivo) entre pacientes con y sin refluÂjo. En un estudio separado, estos últimos investigadoÂres se enfocaron en la relación del vaciamiento gástrico con los sÃntomas de arqueo después de la operación antirreflujo.37 Esto resultó complicado. Doce de los 66 niños estudiados tenÃan arqueo persistente y seis de los 12 también presentaban sÃntomas de vaciamiento rápido. Aquéllos con arqueo posoperatorio y vaciamienÂto rápido tenÃan vaciamiento gástrico más efectivo; quienes sólo presentaban arqueo sufrÃan vaciamiento gástrico menos efectivo. De los sujetos con vaciamienÂto gástrico menos efectivo antes de la operación, sólo 13% desarrolló arqueo posoperatorio. Cuando los valores del vaciamiento gástrico son normales antes de la operaÂción, es poco probable que haya arqueo posoperatorio.
La experiencia con grupos grandes de niños someÂtidos a tratamiento quirúrgico por RGE sugiere la piÂloroplastia junto con la funduplicación cuando se encuentra retraso del vaciamiento gástrico antes de la operación.5 En una revisión de 420 niños con trataÂmiento quirúrgico se concluyó que muchas veces el reflujo y el RVG formaban parte de un trastorno motor intestinal más generalizado. Cerca del 50% de los niÂños con sÃntomas de reflujo también tiene RVG y este porcentaje se eleva mucho más en aquéllos con daño mental grave. En este informe, a 60 de los últimos 275 niños que se sometieron a funduplicación también se les practicó piloroplastia. No hubo fugas ni obstruccioÂnes anastomóticas en los que se agregó la piloroplastia y, lo que es muy importante, no hubo casos de vaciaÂmiento rápido persistente. Nuevamente quedó de maÂnifiesto el alto riesgo de RVG en los niños con reflujo y retraso mental grave.
La evaluación del vaciamiento gástrico en 99 niños con RGE reveló 28 con retraso de dicho vaciamiento.De los 28, a 21 se les habÃa realizado un procedimiento de drenaje gástrico al momento de la operación anÂtirreflujo. Ninguno de esos 21 tuvo complicaciones atriÂbuibles a la operación de drenaje, pero no se mencioÂnaron sÃntomas de vaciamiento rápido. Los siete a los que no se les practicó un procedimiento de drenaje desarrollaron sÃntomas que incluyeron distensión, náuÂsea y dificultades para la alimentación. Dos presentaÂron deslizamiento o fracaso de la funduplicación y, junÂto con otros tres, mejoraron después de un segundo procedimiento de drenaje gástrico. De los pacientes con RVG, 75% evidenció daño neurológico.
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Categoría: PediatrÃa.
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